El Deportes Quindío enfrenta una crisis que ha movilizado a diversos sectores de la sociedad quindiana. En una reciente sesión del Concejo de Armenia, se conformó una Comisión Accidental para buscar soluciones que permitan la recuperación del equipo.
La ausencia de los directivos del club en esta sesión de control social provocó fuertes críticas. El concejal John Édison Echavarría expresó su frustración: “Estamos cansados de los atropellos que están haciendo con nuestro equipo”. Por su parte, el presidente del Concejo, Juan Camilo Tabares, solicitó la terminación del contrato de arrendamiento del estadio Centenario.
La hinchada también alzó su voz. Diego Fernando Arias, seguidor del equipo por 20 años, señaló que el Quindío ha sido el peor equipo profesional colombiano desde el 2000, coincidiendo con el ingreso del accionista mayoritario Hernando Ángel. Maicol Flórez Coca, líder de la barra Artillería Verde Sur, enfatizó la importancia del equipo para la comunidad: “El Deportes Quindío es un patrimonio cultural inmaterial de este departamento”.
Desde el ámbito legal, el abogado Rodrigo Vallejo presentó un derecho de petición sobre el proyecto de acuerdo que creó la empresa municipal Club Deportivo Atlético Quindío en 1982. Lina María Parra Sepúlveda, del Departamento Administrativo Jurídico, recordó que legalmente los municipios no pueden tener a su cargo equipos de fútbol.
Wilson Francisco Herrera, gerente del Imdera, informó sobre la situación contractual del estadio Centenario, mencionando que el club cumple con sus pagos mensuales de 9 millones de pesos, más servicios.
En un intento por fortalecer el vínculo entre el equipo y la comunidad, el concejal Luis Fernando Lasprilla presentó un proyecto de acuerdo para declarar al Club Profesional Atlético Quindío de interés social, cultural y deportivo del municipio.
Otros concejales como Juan Diego Palacio y Stéfanny Castellanos Muñoz reconocieron la lealtad de la hinchada y expresaron su deseo de trabajar para que el Deportes Quindío vuelva a ser motivo de orgullo para la región.
Esta situación refleja la complejidad de los desafíos que enfrenta el equipo, involucrando aspectos deportivos, financieros, legales y emocionales, y destaca la importancia del club en la identidad cultural de Armenia y el Quindío.