Desde hace más de cinco años escucha que el proceso de la Unidad de Cuidados Intensivos para niños está en proceso, y nada que se crea.
María Luisa Gómez relató a Transmisora Quindío que aunque por fortuna su hijo ya superó el proceso en que requería la cama UCI, el drama continúa para muchas madres en el Quindío que tiene hijos con cáncer y deben desplazarse a ciudades como Pereira, Manizales, Medellín e incluso Bogotá.
“Más allá del dinero es todo a lo que se somete el niño con estos viajes, desplazarse en un bus por más de cuatro horas, luego de salir de un procedimiento que los deja débiles, cansados y adoloridos”, describió María Luisa y relató recordó su historia.
Mencionó que cuando le tocaba ir a Manizales, en clínicas donde a los padres solo se les permite estar allí y acompañar a sus pequeños –no pueden comer, ni se pueden bañar- es muy difícil desplazarse a algún lugar a realizar dichas actividades y dejar solos a sus bebés y más cuando estos son muy pequeños.
Describió que en esas ocasiones en que cuidaba a su hijo en la fría ciudad de Manizales, se levantaba a asearse antes de las 4:00 de la mañana, momento que no estaban los médicos cerca y tenía un poco de privacidad.
Por todas las vicisitudes con las que cargó durante el periodo en que su pequeño requería la atención en las UCI, sabe lo que significa y aunque ella hoy no la necesite, alza la voz por todas aquellas madres que sortean estas situaciones, con el objetivo de poner de nuevo en la mesa la disponibilidad de estas camas para los niños en el departamento.