Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Sun Yat-sen en China destaca el impacto positivo que la presencia de una mascota puede tener en la salud cognitiva de adultos mayores que residen en soledad. De acuerdo con los resultados publicados en ‘Jama Network’, se ha observado que la compañía de una mascota está vinculada a una disminución más lenta en las tasas de deterioro de la memoria y la fluidez verbal en este grupo demográfico específico. Sin embargo, este efecto beneficioso no se manifiesta de la misma manera en aquellos que comparten su vivienda con otras personas.
El estudio, que involucró a 7.945 participantes mayores de 50 años, revela que vivir en aislamiento tiene un impacto significativo en la cognición verbal, la memoria verbal y la fluidez verbal.
A pesar de ello, el análisis estratificado demuestra que la presencia de una mascota está relacionada con una desaceleración en las tasas de deterioro en estos tres aspectos entre aquellos que viven en solitario, mientras que no se observa el mismo beneficio en quienes comparten su hogar con otras personas.
Con el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida, el declive en la función cognitiva de los adultos mayores se erige como un desafío significativo para la salud pública. Se estima que la cifra de personas con demencia en todo el mundo aumentará de 57 millones en 2019 a 153 millones en 2050.
Lamentablemente, actualmente no existe una terapia efectiva para revertir el deterioro cognitivo o tratar la demencia, subrayando la importancia de identificar poblaciones de alto riesgo y factores de riesgo modificables para abordar este problema y fomentar un envejecimiento saludable.
Un reciente metanálisis que incluyó 12 estudios resalta que los adultos mayores que viven en soledad tienen un riesgo elevado de desarrollar demencia, con un 8,9 por ciento de la proporción atribuible a la población que reside sola.
Con el incremento en la proporción de adultos mayores viviendo en soledad, se espera que este porcentaje aumente en el futuro. A diferencia de la soledad, tener una mascota, ya sea un perro o un gato, se ha asociado con una menor sensación de aislamiento, un factor de riesgo significativo para la demencia y el deterioro cognitivo.
No obstante, la relación entre tener una mascota y la tasa de deterioro cognitivo aún requiere una investigación más profunda, ya que los hallazgos actuales en este campo siguen siendo objeto de controversia. Este estudio sugiere que las mascotas pueden desempeñar un papel crucial en la preservación de la salud cognitiva de los adultos mayores que viven solos, brindando así una luz de esperanza en la lucha contra el deterioro cognitivo en este grupo demográfico vulnerable.

