Los medicamentos destinados a tratar la disfunción eréctil, como el Viagra, podrían desempeñar un papel crucial en la prevención del Alzheimer, según los hallazgos de un estudio reciente.
Publicado en la revista Neurology de la Academia Estadounidense de Neurología, este estudio revela que los hombres que tomaron medicamentos para la disfunción eréctil tenían un 18% menos de probabilidades de desarrollar Alzheimer en comparación con aquellos que no los tomaron.
Este estudio, que siguió a casi 270,000 hombres con una edad promedio de 59 años durante cinco años, destaca el potencial de los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5I), como el Viagra y el Cialis, para reducir el riesgo de Alzheimer. Estos medicamentos, que se utilizan comúnmente para tratar la hipertensión y la disfunción eréctil, parecen mejorar la salud del cerebro al aumentar el flujo sanguíneo y reducir el consumo de energía por parte de las neuronas.
Aunque estos hallazgos son prometedores, es importante considerar otros estudios que arrojan resultados contradictorios.
Un estudio respaldado por el Instituto Nacional de Salud encontró que no había una reducción del riesgo de Alzheimer en personas tratadas con Viagra y Cialis en comparación con otro tipo de medicamento para la hipertensión. Los investigadores señalaron que la duración del estudio podría haber afectado los resultados y destacaron la necesidad de investigaciones adicionales.
El Alzheimer sigue siendo una enfermedad devastadora sin cura conocida. En 2023, aproximadamente 6.7 millones de estadounidenses de 65 años o más sufrieron de Alzheimer, y se espera que estas cifras aumenten en el futuro. Aunque existen tratamientos aprobados por la FDA para etapas tempranas y medias de la enfermedad, como lecanemab y aducanumab, se necesita urgentemente más investigación para encontrar terapias efectivas para prevenir o retrasar el desarrollo del Alzheimer.
Además de los medicamentos para la disfunción eréctil, otros estudios han identificado posibles factores de riesgo y protectores contra el Alzheimer. Por ejemplo, el uso prolongado de anticonceptivos orales se ha asociado con un menor riesgo de desarrollar la enfermedad, al igual que ciertos tratamientos para la artritis reumatoide y la terapia posmenopáusica para la depresión. Sin embargo, también se ha descubierto que hábitos aparentemente inofensivos, como hurgarse la nariz, podrían aumentar el riesgo de Alzheimer al introducir patógenos en el cerebro.
En resumen, mientras que los medicamentos para la disfunción eréctil muestran promesa en la prevención del Alzheimer, se necesitan más investigaciones para comprender completamente su efectividad y mecanismos subyacentes. En última instancia, combatir esta enfermedad requerirá un enfoque integral que aborde múltiples factores de riesgo y protectores.