Durante el primer trimestre de 2024, la economía de Colombia mostró signos de recuperación, aunque aún no supera completamente la tendencia de desaceleración del año anterior.
En marzo, la producción experimentó una caída que impactó negativamente los resultados de enero y febrero.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) informó este 15 de mayo que el PIB de Colombia creció un 0,7% en el trimestre, a pesar de una marcada desaceleración en marzo de -1,5%. Además, el Dane ajustó hacia abajo las cifras de crecimiento de enero y febrero, de 1,9% a 1,4% y de 2,5% a 2,2%, respectivamente.
Las predicciones de los analistas variaron significativamente, con estimaciones que oscilaron entre un decrecimiento de -0,9% y un crecimiento optimista de 1,1%. A pesar de que los datos preliminares no indicaban un resultado particularmente destacable, el Dane reveló cifras sectoriales que contribuyen al PIB, como la caída en la industria manufacturera.
Con la meta gubernamental de acelerar el crecimiento para alcanzar una expansión del PIB de 1,5% al cierre del año, surge la duda de si se logrará este objetivo. Incluso si se cumple, el pronóstico para finales de 2024 sigue siendo bajo en comparación con el potencial económico del país, estimado entre 3 y 4%.
La agricultura contribuyó positivamente, gracias a lo que los expertos denominan la anticipación del ciclo agrícola, que mejoró el suministro de alimentos. Sin embargo, según Corficolombiana, este efecto ya está disminuyendo. El Gobierno incrementó ligeramente el gasto, pero la caída en la producción de marzo (-1,5% según el ISE) afectó el total trimestral.
La administración pública y defensa, junto con los planes de seguridad social, contribuyeron al crecimiento con un aumento del 5,3%, solo superado por el sector agrícola, que creció un 5,5%. Otros sectores como el suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado; distribución de agua; y gestión de desechos crecieron un 4,5%, en línea con el incremento en los precios de los servicios públicos.
Por otro lado, los sectores con desempeño negativo incluyeron la minería (-1,5%) y la industria manufacturera (-5,9%), esta última afectada por una caída significativa en la inversión en maquinaria (-6,5%). Este aspecto es crucial, ya que sin inversión en maquinaria, no se puede esperar empleo a mediano y largo plazo.
Dentro de la agricultura, los cultivos transitorios impulsaron el crecimiento, con una variación del 9,3%, como parte de una estrategia para adelantarse a las lluvias previstas tras un fenómeno de El Niño severo.
El sector agrícola en su conjunto creció un 5,5% en el trimestre. El café, emblema de Colombia, sufrió una contracción del -3,6% en el trimestre.
Es evidente que Colombia necesita acelerar su economía, y se solicita al Gobierno que implemente medidas de incentivo. Sectores como la industria manufacturera experimentaron una disminución del -5,9% en el primer trimestre, destacando la fabricación de productos textiles (-13%).
La industria manufacturera necesita recuperar la confianza para atraer nuevas inversiones y generar empleo.
Finalmente, un factor clave para la reactivación económica son las tasas de interés de referencia del Banco de la República. Aunque la inflación ha disminuido durante 13 meses consecutivos, las tasas de interés de los préstamos no han bajado al mismo ritmo, con solo cuatro reducciones de entre 0,25 y 0,50 puntos porcentuales.
