En una emotiva ceremonia celebrada en uno de los principales escenarios culturales de la ciudad, se rindió homenaje a figuras destacadas del arte y la cultura local, reconociendo con el Cafeto de Oro su incansable labor en la construcción de una identidad cultural vibrante y diversa. Este evento no solo celebró el talento individual, sino que también puso en valor el impacto colectivo de estas personas en la vida de Armenia.
Entre los premiados, Jorge Alejandro Londoño Alzate, líder de la agrupación Palo María, fue reconocido por su contribución a la música. Desde que comenzó como un proyecto pequeño en 2005, Palo María se ha transformado en una asociación cultural que no solo se dedica a la creación musical, sino también a la formación de jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, promoviendo un enfoque integral de desarrollo a través de la música.
En el ámbito teatral, Jhoan Manuel Ospina Hernández recibió aplausos por su carrera como actor y director de teatro. Nacido en Circasia, Quindío, ha llevado el nombre de su región a importantes festivales nacionales e internacionales, destacándose por su capacidad para combinar tradición y modernidad en sus producciones artísticas.
Luis Enrique Morales Vargas, con más de 55 años dedicados a la cerámica, fue homenajeado por su esfuerzo inquebrantable en la preservación de este arte tradicional. Su escuela de artes y oficios ha sido una plataforma crucial para jóvenes de su comunidad, fomentando la creatividad y el emprendimiento local.
Angélica Aristizábal Granada, pionera en las artes visuales, ha elevado la caricatura y la ilustración en Quindío, inspirando a nuevas generaciones de artistas. A través de su trabajo, ha fomentado espacios culturales como Urbam Sketchers, integrando la creatividad con el entorno urbano.
Álvaro Mejía Mejía, poeta y escritor, fue galardonado por su destacada trayectoria en la literatura, una pasión que ha compartido con su carrera jurídica. Sus libros reflejan tanto su conocimiento académico como su sensibilidad artística, lo que le ha ganado reconocimiento en concursos de poesía y literatura.
También fue reconocido Andrés Mauricio Morales Duque, un profesional que desde el 2011 ha utilizado la comunicación participativa como herramienta para fortalecer la identidad cultural de las poblaciones más vulnerables. A través de la Corporación Red Apoyar, ha promovido proyectos que integran la tecnología y los medios digitales, como los podcasts, para dar voz a sectores marginados.
El esfuerzo por preservar y transmitir saberes ancestrales se vio reflejado en el reconocimiento a Lucina Buitrago, quien ha dedicado dos décadas a enseñar artesanías a madres cabeza de hogar, fortaleciendo su empoderamiento económico y social. Su trabajo ha trascendido fronteras, colaborando con diseñadores nacionales e internacionales.
Otro destacado fue Jairo Ramírez Salcedo, un pilar en la educación artística del departamento. Con más de 47 años dedicados a la docencia y medio siglo como artista plástico, su legado es indiscutible. Su trabajo en la creación de más de 700 obras y su capacidad para integrar técnicas como el óleo y el acrílico han sido fundamentales en la evolución del arte regional.
La contribución de Claudia Patricia Vásquez Pérez en la danza también fue aplaudida. Su academia La Magia de Danzar ha sido un faro de esperanza para jóvenes en Armenia, ofreciendo una educación integral que combina arte y compromiso social.
Finalmente, el reconocimiento a las artes audiovisuales fue para Mauricio Arroyave Duque, creador de la serie “Armenia le canta a la tradición”, una innovadora forma de conservar y difundir el patrimonio cultural de la región a través de videoclips que involucran a artistas locales y resuenan en plataformas globales.
Cada uno de estos galardonados ha dejado una huella imborrable en el panorama cultural de Armenia, y sus esfuerzos continúan siendo una fuente de inspiración para las futuras generaciones.