Monseñor Paolo Rudelli, nuncio apostólico en Colombia, destacó desde Armenia la importancia de la presencia de la Iglesia en las diferentes regiones del país y su compromiso con las comunidades afectadas por la violencia. En su visita al Quindío, realizada por invitación del obispo monseñor Carlos Arturo, expresó su alegría por poder compartir con la comunidad y reflexionó sobre los desafíos que enfrenta la sociedad colombiana.
“La preocupación sobre la violencia es grande, pero la Iglesia siempre ha estado presente, primero acompañando a quienes más sufren y, segundo, tratando de aportar a la construcción de soluciones”, afirmó monseñor Rudelli. En este sentido, señaló que la búsqueda de alternativas debe ser un esfuerzo conjunto de todos los actores de la sociedad, basado en el rechazo de la violencia y la promoción de una convivencia más justa y solidaria. “La Iglesia está comprometida con quienes más sufren y lo seguirá estando”, enfatizó.
Sobre los retos actuales, el nuncio apostólico resaltó que uno de los más grandes es ayudar a las personas a encontrar el verdadero sentido de la vida. “Como Iglesia, tenemos la gran tarea de la evangelización, mientras que la sociedad tiene la responsabilidad de la educación. Sin embargo, los problemas sociales y el consumismo son cuestiones complejas que requieren la colaboración de todos para ser abordadas de manera efectiva”, explicó.
En el ámbito político, monseñor Rudelli reconoció que la democracia implica la coexistencia de diversas opiniones, pero advirtió que cuando las diferencias se convierten en divisiones demasiado marcadas, pueden afectar el bien común. “Las diferencias son naturales, pero cuando se transforman en polarización extrema, no benefician a la sociedad”, señaló.
Finalmente, reflexionó sobre la pérdida del sentido de lo trascendental en la sociedad contemporánea. “Cuando uno se aleja de Dios, se acerca a los ídolos. Es una realidad que ha acompañado a la humanidad a lo largo de la historia”, concluyó monseñor Rudelli, haciendo un llamado a la búsqueda de valores que fortalezcan el tejido social.