La Asamblea del Quindío se convirtió en el escenario de un debate de control político sobre la gestión cultural en la región, con acusaciones cruzadas entre músicos de la Banda Sinfónica Departamental, exmiembros del Comité Editorial de la Biblioteca de Autores Quindianos (BAQ) y el secretario de Cultura del Quindío, Felipe Robledo.
La diputada Jessica Obando, quien convocó a la sesión de la Asamblea, expresó su preocupación por las denuncias. “Es necesario que se tomen los procesos culturales con seriedad y se respeten los derechos de los artistas y gestores culturales del departamento”, manifestó Obando.
Músicos denuncian impago y promesas incumplidas
Omar Fonseca, integrante de la Banda Sinfónica Departamental, denunció ante la Asamblea el impago de tres meses de salario (julio, agosto y septiembre de 2023), a pesar de haber trabajado durante ese periodo. “Fuimos citados en junio con la promesa de contratación, pero el contrato tardó tres meses en salir y no nos quieren reconocer el trabajo realizado”, afirmó Fonseca, quien también acusó al secretario Robledo de tratarlos como “subversivos”.
Biblioteca de Autores Quindianos: renuncias y retrasos
Katherine Rendón Galvis, ex miembro del Comité Editorial de la BAQ, explicó que su renuncia y la de otros miembros se debió al “desgaste” por la falta de cumplimiento de compromisos por parte de la Secretaría de Cultura. Entre los puntos críticos, señaló el retraso en la publicación de los libros ganadores de la convocatoria del año pasado y la falta de avances en la digitalización del catálogo de la biblioteca. “Nos preocupa el futuro de los autores que participaron en la convocatoria y aún no ven sus obras publicadas”, expresó Rendón.
Secretaría de Cultura Departamental respondió
Felipe Robledo, secretario de Cultura del Quindío, rechazó las acusaciones y aseguró que los pagos a los músicos de la banda departamental están al día. “No hay un solo título valor que permita afirmar que la Secretaría de Cultura debe ese dinero”, afirmó Robledo, quien atribuyó los reclamos a “errores de comunicación e interpretación”.
En cuanto a la BAQ, Robledo defendió la gestión de su secretaría y negó que haya habido renuncias, sino un “cese en el periodo” del comité. Además, explicó que la digitalización de los libros se ha retrasado por cuestiones de derechos de autor, pero que ya se están tomando medidas para resolverlo.
La polémica en el sector cultural del Quindío continúa, y se espera que la Asamblea Departamental siga de cerca el caso para garantizar la transparencia y el cumplimiento de los compromisos con los artistas y gestores culturales del departamento.
