Un lamentable desenlace tuvo una riña entre dos adolescentes en las calles del barrio Anapoima, en La Tebaida. El suceso ocurrió poco después de las 8:30 p. m. de ayer martes 19 de agosto, en la manzana 3 de esa zona residencial.
La víctima fatal resultó ser Samuel Alejandro Vélez Zapata, un muchacho de solo 16 años. Por causas que aún investigan las instancias judiciales correspondientes, ‘Morocho’ —como lo llamaban con afecto sus conocidos— se vio envuelto en una disputa con otro joven, la cual escaló hasta convertirse en una confrontación con armas blancas. El menor sufrió lesiones severas y, pese a que fue asistido de inmediato y llevado a la sala de emergencias del hospital Pío X, los galenos de guardia no lograron revertir el daño crítico e irreversible que había padecido en su cuerpo, confirmando su deceso.
El hecho de sangre fue notificado a la Policía Nacional del Quindío, lo que permitió que agentes llegaran rápidamente al sitio y, en una respuesta ágil, detuvieran al presunto responsable del ataque contra Samuel Alejandro. De esa forma, le informaron sus derechos como detenido y lo condujeron a las dependencias policiales para dar inicio a su procedimiento legal, poniéndolo a órdenes de la autoridad judicial pertinente para que asuma las consecuencias de sus actos ilícitos.
Más tarde, expertos del laboratorio móvil de criminalística de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) que estaban en servicio se hicieron cargo del caso, recolectando las pruebas esenciales y realizando la revisión técnica del cuerpo sin vida.
Los restos del joven fueron posteriormente remitidos al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. De ‘Morocho’ se supo que era oriundo de ‘El Edén Tropical del Quindío’, donde residía en el tramo de la carrera 5 entre las calles 9 y 10. Sus familiares y el amplio círculo de amigos lo evocan como un chico jovial y amable, siempre con una expresión sonriente en el rostro.
Al menor asesinado le apasionaba el fútbol, y en este momento sus seres queridos y quienes lo apreciaban anhelan que se imponga la justicia, con una pena severa y ejemplarizante para el autor del homicidio.
