La Policía Nacional desmanteló una organización de delincuencia común conocida como “Los Langostas”, dedicada al hurto y al homicidio en los departamentos del Quindío y el Valle del Cauca.
El operativo se desarrolló en el marco de la estrategia “Seguridad, Dignidad y Democracia (S2D)”, con apoyo del GAULA y la Fiscalía Sexta Especializada del Quindío, mediante seis diligencias de allanamiento: cuatro en el municipio de Sevilla, una en Montenegro y otra en Armenia.
Como resultado, seis personas fueron capturadas, entre ellas tres mujeres. Durante los procedimientos fueron incautadas dos escopetas, una pistola traumática, 65 cartuchos calibre 38, 14 cartuchos de escopeta calibre 16, cinco celulares y un vehículo presuntamente usado para cometer los delitos.
Según la investigación, la estructura estaba liderada por alias “Cristian el Mono”, de 24 años, e integrada por alias “El Taxista”, “El Flaco”, “Kate”, “Nata” y “La India”, cuyas edades oscilan entre los 26 y 43 años.
Con la captura de los integrantes, las autoridades lograron esclarecer un homicidio con tortura y siete casos de hurto a fincas campestres, cuyo valor total de lo robado supera los $400 millones.
Entre los hechos más graves se encuentra el homicidio de Jairo Damelines Cardona, ocurrido el 25 de septiembre de 2024 en la vereda La Cabaña de Circasia. De acuerdo con el dictamen de Medicina Legal, la víctima sufrió fracturas, múltiples heridas con arma cortopunzante y un disparo de escopeta. El cuerpo fue hallado envuelto en un colchón dentro de una zona boscosa. El crimen habría ocurrido durante un intento de robo de dinero proveniente de la venta de una finca.
Otros casos incluyen el asalto a una finca en la vereda La Revancha de Montenegro, donde once turistas estadounidenses, entre ellos un menor, fueron retenidos por más de cinco horas mientras les hurtaban joyas, dinero y objetos tecnológicos. También se documentaron hurtos similares en predios rurales de Circasia y en varias veredas de Sevilla (Valle del Cauca).
Los capturados fueron imputados por los delitos de concierto para delinquir, homicidio, secuestro, hurto calificado y agravado, y porte ilegal de armas. Además, registran antecedentes por tráfico de estupefacientes y porte de armas de fuego.
Las autoridades establecieron que el grupo se hacía pasar por miembros del desaparecido frente 57 de las FARC, utilizando ropa y pasamontañas negros para intimidar a sus víctimas.
Actualmente se investigan otros casos con características similares que podrían estar relacionados con la misma organización.
