Un grupo de domiciliarios de la plataforma Rappi se congregaron en horas de la mañana de ayer a las afueras de la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío en una manifestación liderada por el Sindicato Nacional de Trabajadores de Aplicaciones (SINATRAP), para denunciar lo que consideran condiciones laborales precarias y falta de respeto por parte de la empresa.
Yudy Aya, presidenta de SINATRAP, explicó que la protesta se desató luego de que un representante de Rappi, identificado como Pablo Villegas, llegara a la ciudad para presentar el modelo empresarial de la compañía como próspero y abundante, sin tener en cuenta la realidad de los trabajadores.
“No podemos tolerar que una organización como SINATRAP, que nace en el Eje Cafetero, venga y haga esa falta de respeto con los trabajadores”, afirmó Aya. La líder sindical cuestionó por qué no se invitó a los trabajadores a la charla, quienes son “la parte que les está dando el capital”.
Entre las principales problemáticas denunciadas, Aya destacó la vulneración al mínimo vital, la falta de prestaciones sociales y la ausencia de espacios dignos para los domiciliarios. “Nos quieren hacer invisibles. La dignidad laboral no es un juego. Ustedes son trabajadores como nosotros”, enfatizó.
Aya también alertó sobre las amenazas que han recibido algunos trabajadores por defender sus derechos. “Ya es la tercera amenaza que recibo en el país por hacer esto, por defender a mis compañeros, y lo voy a hacer pase lo que pase”, declaró.
SINATRAP exige un diálogo tripartito entre las empresas, el gobierno y los trabajadores, para que se tengan en cuenta sus necesidades y se respeten sus derechos. Aya advirtió que, si no se logra un acuerdo justo, las protestas se intensificarán a nivel nacional.
La líder sindical señaló que los domiciliarios se enfrentan a un “triángulo de terror” donde son agredidos por clientes, restaurantes y la propia plataforma Rappi. “Si parqueamos en un lado donde la gente tiene mucha plata, nos hacen el feo porque la maleta no cuadra, la moto tampoco”, lamentó.
Finalmente, Aya hizo un llamado a la solidaridad y al apoyo de la comunidad, destacando que la lucha por los derechos laborales en la era digital es una revolución en curso.

