El panorama judicial colombiano está de luto. Este 21 de diciembre, a los 66 años, falleció en la ciudad de Medellín la exmagistrada María Victoria Calle Correa, quien fuera presidenta de la Corte Constitucional y una de las figuras más determinantes en la historia reciente de la democracia en el país.
El Consejo de Estado confirmó el deceso de la jurista, cuya vida pública se vio interrumpida hace siete años debido a complicaciones derivadas de un accidente cerebrovascular. Su partida cierra un capítulo para la generación de magistrados que consolidó la independencia de poderes en momentos de alta tensión política.
Aunque su trayectoria fue extensa desde sus inicios como jueza penal en Pereira hasta su paso por el sector asegurador, el nombre de María Victoria Calle quedó grabado en los libros de historia en 2010. Fue pieza clave de la Sala Plena que, con una votación de 7 a 2, hundió el referendo que pretendía habilitar una segunda reelección para el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez.
Aquel fallo, fundamentado en la “sustitución de la Constitución”, es recordado hoy como el dique que preservó el equilibrio democrático de la nación.
Calle no solo destacó por sus sentencias, sino por su entereza institucional. En 2015, asumió la presidencia encargada del alto tribunal en medio de una de las crisis de credibilidad más agudas de la Corte (el caso Pretelt). Un año después, en 2016, fue ratificada como presidenta en propiedad, convirtiéndose en el rostro de la defensa del Estado Social de Derecho.
Además ostentaba el título de abogada de la Universidad de Medellín con posgrados en el Externado.
En su trayectoria fue exsecretaria Jurídica de Risaralda y Vicepresidenta Jurídica de La Previsora en el periodo en la Corte de 2009 a 2017.
Con su fallecimiento, el país pierde a una mujer que, desde la serenidad de los estrados y el rigor de la academia, entendió que la Constitución no es un papel inerte, sino el límite infranqueable ante las ambiciones del poder.

