La aprobación de la reforma a la salud por parte de la Cámara de Representantes generó una reacción de inconformismo por parte de Acemi, el gremio que agrupa a las principales EPS del país.
A través de un comunicado, expresaron su desacuerdo con el proyecto, el cual ahora será debatido en el Senado. La agremiación considera que la reforma es inconveniente para el país y, en siete puntos detallados, explicó las razones que la llevan a distanciarse de esta iniciativa que será retomada el próximo año.
En su comunicado, Acemi hace un llamado a los senadores para llevar a cabo un debate “técnico y riguroso” que permita incluir las perspectivas tanto de los pacientes como de los usuarios, quienes, según la agremiación, no han sido escuchados ni considerados en la extensa discusión en torno a la propuesta del gobierno de Gustavo Petro.
La agremiación expresó su preocupación y destacó la necesidad de un debate técnico y riguroso en el Senado. Señalaron que la reforma, tal como está planteada, no resuelve los problemas del Sistema de Salud y no garantiza una atención mejor para los pacientes. Además, advirtieron que el papel de las EPS se vería afectado, eliminando la posibilidad de gestionar una atención integral para los usuarios.
Acemi resalta que el texto aprobado en la Cámara de Representantes desdibuja el rol de las EPS, dejando al sistema sin herramientas para gestionar el riesgo y eliminando la gestión integral de la salud de la población. También expresaron su temor sobre el futuro de los pacientes con enfermedades de alto costo, indicando una falta de un “plan serio y estudiado de transición”.
Entre los puntos adicionales que Acemi cuestiona de la reforma se encuentran la confusión de roles y responsabilidades institucionales, la falta de sostenibilidad por el costo de implementación y la ausencia de un responsable del riesgo financiero del Sistema. También mencionan los defectos de forma y fondo que acumuló el proyecto durante su trámite en el Congreso, anticipando su inconstitucionalidad.
Por último, el exministro de Salud Alejandro Gaviria, crítico de la reforma, expresó su opinión sobre la aprobación en la Cámara, calificándola como un “apartheid de la salud” y advirtiendo sobre la posibilidad de que el país adopte un modelo similar al de México o Brasil, con seguros más costosos. Gaviria enfatizó que la reforma sería un retroceso para los pacientes y pondría en riesgo el logro social más importante del país en las últimas tres décadas.