Vicky Dávila, precandidata presidencial, quien recientemente dejó el periodismo para lanzarse a la presidencia en 2026, continúa conformando su equipo de campaña. Su apuesta principal es Alicia Arango, exministra del gobierno Duque y figura clave del uribismo, quien asumirá como estratega política.
Dávila justifica la incorporación de Arango por su experiencia y capacidad, afirmando que representa la mejor opción para liderar la estrategia de su movimiento independiente, que busca aglutinar a los colombianos que rechazan la “izquierda radical”.
Arango, con un extenso historial en la política uribista, incluyendo roles como secretaria privada de Álvaro Uribe y jefa de debate en la campaña de Iván Duque, aporta un perfil político contrastante al de Dávila, quien proviene del periodismo y busca llegar a la presidencia a través de la recolección de firmas, sin afiliación partidista.
Dávila, motivada por lo que considera una grave amenaza a la democracia bajo la presidencia de Gustavo Petro, ha definido sus prioridades de gobierno, incluyendo la reducción del gasto público, la simplificación del sistema tributario, la disminución de impuestos y la recuperación de la moral y operatividad de las fuerzas de seguridad. Su candidatura se presenta como una alternativa a lo que ella percibe como un peligro para la democracia colombiana.