El gimnasta Ángel Barajas, quien recientemente se alzó con una medalla en los Juegos Olímpicos, compartió desde el Quindío sus reflexiones sobre el momento que vive y la importancia de eventos que inspiran a los jóvenes deportistas. “Me parece muy buena la idea de hacer este tipo de eventos para los jóvenes que también estén en algún deporte, porque eso les va a ayudar mucho para sus vidas. Estoy muy agradecido con Dios por todo esto que me está pasando,” expresó Barajas, quien asegura que este reconocimiento llega de manera inesperada, pero considera que es positivo para su carrera.
Barajas, quien ha trabajado arduamente durante 13 años en su disciplina, destacó la importancia de tener claridad en los objetivos, algo que, según él, no todos los jóvenes tienen. “Sé que hice un gran trabajo en estos Juegos Olímpicos. Ya tengo claro qué cosas quiero, y eso también es una ventaja que tengo, porque creo que muchos jóvenes todavía no tienen esa claridad,” afirmó.
El gimnasta también resaltó el valor del trabajo en equipo y la contribución de todas las personas que han estado a su lado en este proceso. “Este triunfo no fue solo mío, sino también de mi entrenador, de los asistentes, de todo el equipo de trabajo, incluso hasta de mis compañeros. Cada quien aporta su grano de arena para todo esto.”
En cuanto a los cambios que ha experimentado tras su éxito, Barajas comentó con humor: “Antes podía salir a un centro comercial muy normal. Ahora me toca estar con cuidadito, a veces con la cara abajo. Pero me gusta eso, porque reconoce el trabajo que uno ha hecho.”
Barajas también reflexionó sobre la competencia internacional y el esfuerzo que los deportistas colombianos realizan para dejar en alto el nombre del país. “Japón, China, Europa, son potencias en la mayoría de los deportes, no solo en gimnasia. Pero nosotros también trabajamos para eso, para dejar el nombre de Colombia en lo más alto. Sé que todos los deportistas colombianos trabajamos para eso,” dijo.
Finalmente, Barajas compartió un mensaje de resiliencia y perseverancia para los jóvenes que lo admiran. “No es malo fallar. El fallar es bueno para corregir esas pequeñas cosas, para hacerlo cada vez mejor. Que sean muy disciplinados, que todo lo que hagan lo hagan con mucha responsabilidad y que sueñen, que sueñen y que trabajen mucho.”
Ángel Barajas, un ejemplo de dedicación y éxito en el deporte, concluyó: “De verdad que me siento muy feliz por todo esto. No creo que decirlo sea fácil, pero es un trabajo que he hecho durante 13 años junto a mi profesor, junto al equipo interdisciplinario, junto a todos los asistentes. Y cada día se aprende algo nuevo.”