La creciente deportación de migrantes latinoamericanos desde Estados Unidos, impulsada por políticas previas, ha generado una crisis migratoria en la región.
La canciller colombiana, Laura Sarabia, declaró que Colombia priorizará la recepción de sus connacionales deportados, y no aceptará deportaciones de venezolanos.
Si bien Colombia alberga a cerca de 2.8 millones de venezolanos, Sarabia afirma que más de 2.5 millones han regularizado su situación. Colombia busca facilitar la regularización migratoria de los venezolanos que residen en el país, pero prioriza a los colombianos retornados.
Se mantienen conversaciones con Venezuela para asegurar el retorno seguro de los migrantes venezolanos a su país. Mientras tanto, Venezuela ha recibido recientemente tres grupos de migrantes repatriados desde México, incluyendo mujeres y niños, aunque no se ha especificado si alguno proviene de Estados Unidos.
