La celebración decembrina ha encendido una grave alarma en el Quindío: con 13 personas lesionadas por pólvora en lo que va de diciembre, el departamento se enfrenta a la posibilidad de ubicarse entre los cinco primeros a nivel nacional con más quemados.
El secretario del Interior departamental, Jaime Andrés Pérez, calificó la situación como “muy compleja” e hizo hincapié en la desproporción de las cifras: “Estamos muy preocupados porque llevamos alrededor de 13 personas afectadas. Departamentos como Cundinamarca llevan 15, y la proporcionalidad de poblaciones es muy grande,” sostuvo Pérez. “Es decir que nosotros proporcionalmente estamos muy elevados, y si nos descuidamos, estaremos entre los cinco primeros lugares a nivel nacional.”
Según el Instituto Nacional de Salud (INS), seis de los casos se registraron únicamente durante la celebración del 8 de diciembre, evidenciando un pico de riesgo. El 72% de los afectados resultó lesionado directamente por la manipulación de estos artefactos explosivos.
La preocupación de la administración no solo se centra en el uso, sino también en las normativas locales. El Secretario fue enfático al señalar que la complejidad aumenta debido a que algunas entidades territoriales “no prohíben, sino que incentivan la venta” de pólvora, dificultando los controles.
Frente a la cifra de menores de edad afectados, las autoridades recordaron que el control debe iniciar en casa. Pérez aclaró que la responsabilidad penal y social recae directamente sobre los padres, quienes tienen el deber de asegurar la integridad de los niños y adolescentes durante la temporada festiva.

