Teniendo en cuenta que la mayoría de estudiantes se inclinó por el regreso a las clases, la universidad del Quindío establecerá disposiciones para proporcionar un ambiente propicio de regreso a clases.
De acuerdo con un comunicado emitido en las últimas horas, los estudiantes y profesores que retomen los procesos de docencia directa deben recuperar entre cinco y siete semanas según acuerdo entre las partes.
En el momento de retomar actividades de docencia directa, se debe realizar una nueva acta de concertación, que retome el proceso llevado a cabo antes del cese de actividades.
La comunidad de profesores implementará procesos de flexibilidad con el objetivo de que los estudiantes puedan participar en diferentes manifestaciones de expresión a raíz de la situación nacional.
Al día 2 de julio, el consejo académico tomará las decisiones delegadas en el acuerdo del consejo superior para aquellos estudiantes que no retomen a las actividades de docencia directa, vacaciones de docentes de carrera, suspensión o cancelación de la vinculación de docentes de contrato y catedráticos.
Dos posiciones
El sentir estudiantil tiene dos enfoques, los que quieren regresar y los que no. Aunque no se han pronunciado sobre el más reciente comunicado, sí han manifestado su postura frente a la situación. Por una parte, los que desean regresar al proceso educativo ha manifestado su decepción viendo con descontento en lo que se ha convertido la universidad en “sitio recreacional”.
A través de un comunicado el mencionado grupo de estudiantes, indicó que entienden la situación actual del país pero “sin querer olvidar la verdadera lucha, pero teniendo en cuenta que no hemos sido escuchados, ni nos sentimos identificados por os actuales representantes estudiantiles, queremos hacer un llamado para rechazar lo que se está haciendo en la universidad”.
Agregan que “sentimos que un grupo de personas han actuado de manera violenta, censurado otro tipo de opiniones y creado un ambiente de hostilidades y agresiones. La universidad es un territorio de paz y no de guerra y en eso la convirtieron”.
Por otra parte y de acuerdo a la asamblea estudiantil convocada el pasado fin de semana, “el estudiantado se acoge a la decisión democrática que arrojó la encuesta realizada por la universidad donde participó el 68.99% que indica que el 45 % de estos decide continuar en cese indefinido de actividades académicas. Es uso de las facultades analíticas estadísticas se legitima la opción con más votación es la que permite ver la posición sobre el retorno a clases, por tanto se actúa en cumplimiento de la misma”.
Añaden que “se ratifica el apoyo al campamento de la resistencia llamando a un campamento universitario que será iniciado el 21 de junio. La creación de un pliego de exigencias que incluirá las garantías académicas requeridas por los estudiantes para el regreso a clases. El movimiento estudiantil se unirá a los colectivos que han sido formados en Armenia desde el inicio del paro nacional, dando paso a una nueva etapa en la lucha guiada hacia la pedagogía en los diferentes sectores de la sociedad”.