Tras una breve llamada a consultas de los embajadores de Colombia y Estados Unidos, el embajador colombiano retornó a Washington.
Tanto el embajador como el presidente Petro negaron cualquier implicación de funcionarios estadounidenses, incluyendo a Marco Rubio y el gobierno de Trump, en intentos de desestabilización o golpe de Estado en Colombia.
Petro envió una carta al presidente estadounidense para apaciguar las tensiones, aunque aún no hay respuesta oficial.
La Cancillería colombiana reiteró la importancia de la relación bilateral y la voluntad de cooperación en áreas como la lucha contra el crimen organizado, la migración y el comercio.
Colombia aboga por una fuerza multinacional contra el crimen transnacional y busca una repatriación digna de sus ciudadanos desde Estados Unidos (con 30 vuelos humanitarios y más de 3000 retornados desde enero).
Finalmente, se mantiene el diálogo sobre los aranceles a productos colombianos.
