En su visita al Quindío, la senadora del Centro Democrático se refirió sobre el plan pistola anunciado por las disidencias de las FARC, señalando que la paz empieza por la autoridad, la autoridad que mete al criminal a la cárcel y que el criminal entienda que si delinque va a terminar tras las rejas. Manifestó que hay que eliminar tanta impunidad. Indicó que se puede hacer una negociación para desmovilizar estructuras pero sobre la base de que no queden sentados en el Congreso. Afirmó que de nada sirvió lo de las FARC, mucha ciudadanía le creyó a ese acuerdo y resulta que se desmovilizaron 14.000 hombres y entonces la gente le puso feliz porque sentaron a los criminales de lesa humanidad en el Congreso y dijeron que era preferible verlos en el Congreso que matando gente. Añadió que este no es un problema político, sino un problema de economías ilegales, es decir, de coca y de minería ilegal, pues los 14.000 hombres al año ya se habían recuperado. Aseveró que otra gente llegó allá a crecer en una disidencia, en otra disidencia, en el ELN y en otros grupos ilegales porque lo que hay es plata de por medio.
Dijo que el gobierno tiene que entender que uno no puede decidir que los violentos son los gestores de paz. Sentenció que la paz empieza por la autoridad y después cuando hay autoridad se puede ver qué se le puede dar de beneficios a los violentos pero la única razón por la que las FARC negociaron se llama la seguridad democrática.