El aumento de casos de dengue en Quindío ha obligado a las autoridades a tomar medidas inmediatas para contener su propagación. Más de 6.000 personas han sido afectadas, con una alta concentración de casos en niños y adultos mayores. En respuesta, se ha declarado la situación de emergencia sanitaria y se ha implementado un plan de contingencia que abarca desde la capacitación de personal hasta la adquisición de insumos para combatir la enfermedad.
Uno de los pilares de este plan es mejorar la capacidad de los municipios para responder de manera autónoma, proporcionando guías específicas para la implementación de estrategias locales. Se han establecido indicadores de seguimiento y se dará prioridad a las campañas de concientización sobre el manejo adecuado de los criaderos del mosquito transmisor. Armenia y Quimbaya, que presentan los mayores índices de contagio, recibirán refuerzos adicionales.
Además, ante la aparición de nuevas variantes del virus y el incremento en la letalidad de algunos casos, se pondrán en marcha medidas más intensivas en las zonas críticas. Esto incluye la aplicación de productos químicos para controlar tanto larvas como mosquitos adultos. La participación activa de la comunidad será clave en este proceso, con esfuerzos centrados en la educación sobre medidas de prevención y la importancia de eliminar espacios propicios para la reproducción del mosquito.
El reto para las autoridades es no solo detener el avance de esta enfermedad, sino también fortalecer el sistema de salud local para que esté mejor preparado ante futuras emergencias sanitarias. La formación de profesionales de la salud y una comunicación constante con la población serán esenciales para superar esta crisis.