La capital quindiana dio un paso decisivo hacia la equidad. En un acto cargado de simbolismo y liderado por el alcalde James Padilla García, tomaron posesión las nuevas integrantes del Consejo Comunitario de Mujeres, un organismo que promete no ser solo una mesa de diálogo, sino el motor de transformación de la Política Pública de Mujeres en el municipio.
Lo que hace extraordinario a este nuevo Consejo es su composición. No se trata de un grupo homogéneo; es un reflejo fiel de la Armenia diversa. Desde las montañas con las mujeres campesinas, pasando por la academia, el sector empresarial, hasta las comunidades étnicas y diversas, cada silla en este consejo tiene una historia de lucha y liderazgo.
“Cada una de ustedes nos invita a proponer y a incidir, porque las mujeres son fundamentales en la transformación de la sociedad”, enfatizó el alcalde Padilla García durante la ceremonia, resaltando que la participación ciudadana fue el eje central de esta elección, la cual convocó a decenas de organizaciones civiles.
El nuevo cuerpo consultivo está integrado por mujeres que representan realidades distintas pero objetivos comunes. Entre las consejeras que asumieron este reto se encuentran:
Sectores Étnicos y Tradicionales: Withney Fernanda Murillo (Afrocolombianas), Leonor Jamioy Ordoñez (Indígenas) y Diana María Correa (Campesinas).
Fuerza Económica y Académica: Claudia Marcela Alzate (Empresarias – Green Like Natural) y Liliana Gómez Arévalo (Académicas/Docentes).
Inclusión y Derechos: Yamile Zabala (LGTBI), Jessica Alexandra Pineda (Discapacidad), Ingrid Adriana Castro (Víctimas del conflicto) y Luzceli Gaviria (Adultas mayores).
Incidencia Política: Nidia Perdomo (Voto popular) y Victoria Eugenia Pineda (Consejo Territorial de Planeación).
(La lista completa incluye también a representantes de ONGs, jóvenes y madres cabeza de familia, consolidando un equipo de 16 voces estratégicas).
Este espacio de construcción colectiva tendrá la tarea de vigilar la garantía de derechos y proponer soluciones a problemáticas como la violencia intrafamiliar y la falta de oportunidades económicas. Con esta posesión, Armenia reafirma que su desarrollo urbano va de la mano con el desarrollo social, donde la voz de la mujer es, finalmente, protagonista.

