El ansiado vuelo inaugural del primer dron no tripulado para el transporte de personas en el departamento tuvo un abrupto final cuando el empresario Jhon Jairo Flórez Ospina, impulsor de esta innovadora iniciativa, decidió abandonar la ciudad junto con su vehículo aéreo. Este dron, que prometía transformar el transporte en la región y en Colombia, fue trasladado fuera de la ciudad sin dar mayores explicaciones.
En su cuenta de Instagram, Flórez Ospina, representante legal de JF Capital SAS, explicó que dejó la capital quindiana debido a la falta de garantías de seguridad para llevar a cabo el lanzamiento del proyecto.
En un breve video, anunció que había presentado denuncias ante la Fiscalía por constreñimiento e intento de secuestro, así como por injuria y calumnia. Más tarde, compartió otro video mostrando el dron Ehang-216 volando sobre Costa Rica, expresando su deseo de que Colombia fuera el primero en Latinoamérica en este avance.
Sin embargo, debido a varios inconvenientes, incluidas preocupaciones de seguridad para él y su familia, el lanzamiento en Colombia tuvo que posponerse. Ante estas acusaciones, la familia Botero Gómez, a través de Sebastián Botero Bueno, ofreció una rueda de prensa para responder a los comentarios hechos por el empresario.
Botero Bueno aclaró que ellos son empresarios tradicionales del Quindío y negaron cualquier implicación en actividades mafiosas, como insinuó Flórez en sus redes sociales. Explicaron que su única intención era permitir que las cosas avanzaran y le desearon lo mejor al empresario, sin intenciones adicionales.
Durante la conferencia de prensa, se escucharon testimonios de otras personas que afirmaron haber sido engañadas por Flórez Ospina en otras actividades comerciales. Sin embargo, estas personas no presentaron denuncias formales ante la Fiscalía.
Botero Bueno también explicó que el contrato con Flórez Ospina era válido por ocho meses y que aún estaba vigente hasta el 30 de mayo.
En conclusión, el proyecto del dron para transporte de personas en el Quindío terminó en un giro inesperado, con el empresario abandonando la ciudad por la puerta de atrás y en medio de la polémica.
