El precio del diésel en Colombia se incrementará en un 63%, pasando de un promedio de 9.456 pesos por galón a un rango entre 15.000 y 16.000 pesos, según anunció el Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla. Esta medida, que se aplicará en tres alzas de 2.000 pesos antes de finalizar 2025, busca cerrar la brecha entre el precio local y el costo internacional del combustible.
La decisión, tomada tras un año de negociaciones infructuosas con los gremios de transportadores, ha generado un fuerte rechazo por parte del sector. Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga, acusa al ministro de incumplir su promesa de consultar al presidente Gustavo Petro antes de tomar una decisión, y advierte sobre un posible paro del sector y un aumento en el desempleo.
Por su parte, Nidia Hernández, presidenta de Colfecar, critica el impacto negativo que este incremento tendrá en el bolsillo de los colombianos, especialmente en un contexto de dificultades económicas y aumento del costo de vida.
El Ministerio de Hacienda estima que el alza en el precio del diésel tendrá un impacto del 1,4% en la inflación y permitirá disminuir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fpec) en 12 billones de pesos para finales de 2025. Sin embargo, queda la incertidumbre sobre las consecuencias a largo plazo en la economía familiar y el sector productivo del país.