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Estudia revela que las personas que residen en soledad y no son visitadas corren un riesgo elevado de fallecer a causa de enfermedades cardiovasculares

Vivir en solitario brinda autonomía, privacidad y la libertad de organizar la vida cotidiana, fomentando el desarrollo personal, minimizando conflictos domésticos y promoviendo la autosuficiencia al personalizar el entorno. No obstante, una reciente investigación ha revelado que aquellos que viven solos tienen una mayor tasa de mortalidad si carecen de visitas de amigos o familiares.

El estudio, publicado en la revista científica BMC Medicine, se basó en 458,146 participantes del Biobanco del Reino Unido y tuvo una mediana de seguimiento de 12.6 años. Los resultados indican que las interacciones sociales y el hecho de vivir solo influyen en el riesgo de muerte por diversas causas, especialmente enfermedades cardiovasculares.

Aquellos que reciben visitas de amigos o familiares menos de una vez al mes presentan un mayor riesgo de fallecer por varias causas, incluyendo enfermedades cardiovasculares. Además, quienes viven solos y carecen de interacciones sociales tienen una probabilidad aún mayor de morir.

El estudio destacó la importancia de la conexión social en sus aspectos funcionales y estructurales para comprender su impacto en la mortalidad. Las personas consideradas aisladas en ambos aspectos mostraron un riesgo más elevado de muerte por enfermedades cardiovasculares.

Este enfoque integrado subraya la necesidad de políticas y programas que promuevan la integración, especialmente para aquellos que viven solos y son más vulnerables al aislamiento.

Otras investigaciones respaldan la idea de que la soledad puede tener efectos negativos en la salud. Un informe de Meta y Gallup encontró que la soledad es más común entre adultos jóvenes y mayores. Además, estudios indican que vivir solo puede aumentar el riesgo de fallecimiento por cáncer, especialmente en hombres, y la sensación de soledad podría aumentar las posibilidades de desarrollar enfermedades como el Parkinson.

Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos recomiendan mantener conexiones sociales para prevenir la soledad, que se asocia con riesgos para la salud mental y física. Estrategias sugeridas incluyen el ejercicio, la compañía de mascotas y el uso de tecnología para mantenerse conectado con seres queridos, así como la participación en acciones solidarias para combatir la sensación de desapego.