Fernando Carrillo, exministro del Interior, exministro de Justicia y exprocurador general de la Nación, reflexionó desde Armenia sobre el estado actual de la política en Colombia, en medio del conversatorio ‘Sin miedo: defender la democracia, desde la democracia’, destacando la importancia del consenso y el diálogo en la construcción de un país más unido. Para Carrillo, su generación fue testigo y protagonista de una de las transformaciones más significativas de la historia política del país, la Constituyente de 1991, que marcó un antes y un después en la institucionalidad colombiana.
“Mi generación es la única que puede demostrar cambios y transformaciones de fondo en este país”, afirmó Carrillo, recordando que, tras el asesinato de tres candidatos presidenciales en 1989, se logró una reforma política donde convergieron todos los sectores. Sin embargo, lamentó que la polarización actual, marcada por un enfrentamiento entre extremos políticos, esté debilitando la democracia y dificultando la posibilidad de un nuevo consenso nacional.
El exprocurador enfatizó que la fragmentación política no es consecuencia exclusiva del gobierno actual, sino de una crisis de liderazgo global. “Hoy vemos 40 candidatos presidenciales y pocos están haciendo propuestas de fondo. En cambio, están sumidos en disputas internas y alimentando la división a través de las redes sociales”, aseguró. Para él, este fenómeno ha impedido la construcción de proyectos políticos de largo plazo y ha contribuido a un clima de desconfianza en las instituciones.
Durante su gestión como procurador, Carrillo se propuso fortalecer el diálogo social y generar espacios de encuentro entre distintos sectores, incluso en momentos de alta tensión política. Recordó cómo, poco antes del estallido social de 2021, se logró sentar a diversos actores en una mesa de diálogo con el propósito de generar consensos, aunque no se concretara un acercamiento con el gobierno de entonces.
Para Carrillo, la falta de liderazgo también se refleja en la crisis del campo y en el asesinato continuo de líderes sociales. Destacó su participación en la solución del paro agrario cuando fue ministro del Interior, otorgando vocería a los campesinos y permitiendo que sus demandas fueran escuchadas. “Las organizaciones agrarias reconocen hoy que su protagonismo en el país se debe a esos espacios que logramos abrir”, aseguró.
Asimismo, criticó el impacto de las redes sociales en la política, señalando que el algoritmo de estas plataformas refuerza la polarización al alimentar a los usuarios con contenidos que solo refuerzan sus creencias. “El algoritmo es la antítesis del diálogo y del consenso”, advirtió, resaltando la necesidad de regular estas tecnologías para evitar que profundicen la división social.
Al reflexionar sobre la historia política reciente, destacó la figura de Antonio Navarro Wolff como un ejemplo de liderazgo comprometido con la paz y la institucionalidad democrática. Recordó cómo, tras el asesinato de Carlos Pizarro, Navarro logró mantener el compromiso del M-19 con la paz, evitando un retorno a la lucha armada y facilitando su transición a la vida política.
Finalmente, Carrillo hizo un llamado a recuperar el espíritu de consenso que llevó a la Constituyente de 1991 y advirtió sobre los riesgos del actual clima de confrontación. “No podemos ser los espectadores de los funerales de la democracia”, sentenció, subrayando que la verdadera transformación del país solo será posible si se construyen acuerdos incluyentes y se apuesta por una política basada en el respeto y la participación de todos los sectores.
