En las primeras horas de este lunes 11 de agosto, el senador y aspirante a la presidencia Miguel Uribe Turbay perdió la vida a los 39 años en la Fundación Santa Fe de Bogotá. El deceso se produjo por una hemorragia en el sistema nervioso central que complicó aún más su frágil condición de salud, derivada del ataque que padeció el 7 de junio anterior en el sector de Modelia, en Bogotá.
El hecho de sangre tuvo lugar en el parque El Golfito, mientras llevaba a cabo labores de su campaña electoral. Desde ese momento, estuvo internado lidiando con diversas complicaciones médicas. El sábado 9 de agosto, el centro hospitalario comunicó que había sido sometido a procedimientos neuroquirúrgicos de emergencia, lo que requirió reiniciar una sedación profunda y un bloqueo neuromuscular.
Después de su fallecimiento, su esposa, María Claudia Tarazona, compartió un mensaje en las redes sociales en el que expresó que él siempre sería el amor de su vida, le agradeció por una existencia repleta de cariño, por haber sido un padre para las niñas y el mejor para Alejandro. Además, le pidió a Dios que le indicara el camino para aprender a vivir sin su presencia.
En otra parte del mensaje, ella manifestó que su amor va más allá del ámbito físico, le solicitó que la esperara, ya que una vez cumplida su promesa con los hijos, iría en su búsqueda para tener una segunda oportunidad juntos. Finalmente, le deseó que descansara en paz y aseguró que se encargaría de cuidar a sus hijos.
Su hermana, María Carolina Hoyos, también se despidió a través de las redes con imágenes familiares y un texto en el que lo llamó guerrero y aceptó que esa era la voluntad divina, aunque no hallaba explicaciones y solo le quedaba enfrentar este nuevo sufrimiento con fe.
El cierre de su publicación incluyó una petición que ha resonado ampliamente en las plataformas digitales: le pidió a Migue que le transmitiera a su mamá que la amaba. María Carolina Hoyos indicó que le brinda consuelo imaginar que su hermano ya se encuentra al lado de su madre y que aspira a realizar los logros necesarios para unirse a ellos cuando le llegue su hora.
Le reconforta saber que ahora están los dos unidos, espera acumular los méritos para llegar adonde se encuentran cuando sea su turno, y concluyó refiriéndose a él como su niño hermoso, expresando su adoración y despidiéndose con un hasta luego, a Dios.
Uribe Turbay estuvo hospitalizado durante más de dos meses a raíz de las serias lesiones causadas por el atentado y no pudo superar la crisis médica más reciente que surgió durante el fin de semana.

