El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, ha revelado los resultados de la auditoría forense prometida durante el proceso de empalme con la administración anterior de Daniel Quintero. Estos hallazgos, presentados el lunes 4 de marzo, arrojan 501 casos de presunta corrupción que involucran una serie de irregularidades en diferentes programas y contratos gestionados por la alcaldía.
Entre las preocupaciones destacadas se encuentran los problemas detectados en los presupuestos participativos, así como las anomalías en iniciativas como el programa “Computadores futuro” y “Buen Comienzo”. Se ha iniciado una investigación penal sobre estos asuntos, con la intención de declarar a la ciudad como víctima ante la Fiscalía.
Uno de los focos de atención es el proyecto de “computadores sin futuro”, donde se encontraron sobrecostos significativos y presuntas irregularidades en la adjudicación de contratos. También se ha señalado un posible carrusel de contratación que benefició a ciertas corporaciones con sumas millonarias, a expensas de los recursos públicos.
Otro caso alarmante es la venta de adecuaciones de la Clínica de la 80 a un precio inferior al invertido, sin estudios técnicos y bajo circunstancias sospechosas, lo que ha sido denunciado como presunta falsedad de venta. Además, se han planteado preocupaciones sobre la compra de un predio con sobrevaloración y problemas legales para la construcción de un jardín infantil, así como la adjudicación de contratos sin experiencia ni idoneidad, que han generado gastos injustificados y procesos judiciales posteriores.
En respuesta a estas denuncias, el exalcalde Daniel Quintero ha desestimado las acusaciones y ha criticado la estrategia de Gutiérrez, instando a un enfoque más centrado en la gestión efectiva de la ciudad.
El proceso de empalme estuvo marcado por una serie de revelaciones preocupantes, incluyendo déficits presupuestarios significativos y problemas en la gestión de recursos para servicios básicos como la salud y la educación.
La situación del Hospital General de Medellín ha sido descrita como crítica por parte del actual alcalde, lo que subraya los desafíos a los que se enfrenta la administración municipal.