Las advertencias del mercado se materializaron cuando Fitch Ratings redujo la calificación de Falabella de “BBB-” a “BB+”, indicando efectivamente que la minorista perdió su grado de inversión. Además, asignó perspectivas negativas a la compañía.
La filial de Mejoramiento del Hogar del grupo, Sodimac, también experimentó una disminución en su calificación. La rebaja se basa en el deterioro continuo del perfil crediticio de la empresa, evidenciado por indicadores de apalancamiento que se espera que superen los umbrales del grado de inversión. Fitch considera insuficientes los planes de la empresa para mejorar su trayectoria de endeudamiento y mantener su calificación.
La última presentación de resultados de Falabella mostró una disminución del 9,6% en sus ingresos de julio a septiembre. A pesar de esta disminución, la relación de deuda financiera sobre Ebitda se mantiene en 8,2x, mientras que la empresa ha expresado comodidad con niveles de 3x. Fitch anticipa que este indicador se mantendrá por encima de 6x en 2024 y alcanzará un nivel bajo de 5x recién en 2025. Para hacer frente a esto, Falabella ha anunciado un plan de venta de activos, principalmente inmobiliarios, por un monto entre US$ 800 y US$1.000 millones, que incluye algunos centros comerciales Open Plaza y centros de distribución.
La perspectiva negativa refleja un deterioro significativo del negocio debido a la competencia y a la desaceleración del gasto discrecional prevista hasta bien entrado 2024. También señala los riesgos de ejecución asociados al plan de desinversiones anunciado para los próximos 12 a 15 meses.
Fitch menciona la lenta recuperación del retail en Chile y la alta exposición de Falabella al comercio discrecional, haciéndola menos resistente que empresas como Cencosud, centrada en supermercados y alimentos. Falabella respondió rápidamente a la pérdida del grado de inversión, enfatizando su compromiso de fortalecer su situación financiera rápidamente.
La empresa aseguró que ha tomado medidas para tener una sólida posición de liquidez y que no enfrentará vencimientos relevantes de deuda el próximo año. Atribuyó la decisión de Fitch a presiones coyunturales que afectaron el indicador de deuda financiera neta sobre Ebitda y expresó su compromiso de abordar esas preocupaciones.
Alejandro González, gerente de Finanzas de Falabella, afirmó que continuarán con la monetización de activos y que, con la focalización de la operación y una normalización del entorno macro, podrán recuperar las condiciones de la empresa.
Poco después de la decisión de Fitch, el Grupo Falabella anunció una reestructuración de sus activos inmobiliarios en Perú, incorporando todos los centros comerciales del grupo en ese país a Mallplaza en un acuerdo con un plazo de 120 días para la transición. Esto refleja la estrategia de Falabella de simplificar y eficientizar su operación.