Frente a las actuales situaciones de los hospitales de la región, el contralor departamental, Luis Fernando Márquez Alzate, informó que solicitará a la Contraloría General de la República una auditoría a todo el sistema hospitalario, determinando responsabilidades tanto de las administraciones como de las juntas directivas, analizando la situación presupuestal y financiera de cada uno de los hospitales.
“Me parece que las EPS son grandes responsables de lo que está pasando debido a que, hospitales como el de Calarcá tienen una cartera de $11.000 millones. Los servicios que tiene que prestar la entidad tiene responsabilidad no solo la administración sino también la junta directiva. El gobernador debe mirar de qué manera se fortalece el sistema hospitalario, pero veo que nadie hace nada”, indicó el contralor.
El martes Márquez Alzate estará enviando el oficio a la Contraloría General de la República.
Entre tanto, el alcalde de Calarcá, Luis Alberto Balsero Contreras y gobernador del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, lamentan la situación actual del hospital La Misericordia de Calarcá y resaltaron que hacen lo posible para evitar que caiga al primer nivel de complejidad.
El gerente de la entidad, Bernardo Gutiérrez Montoya, aclaró algunas situaciones que han comentado alrededor de la IPS, entre ellas los aportes que se han hecho. Sostuvo que por parte de la alcaldía ya se adelantó el proceso de pago de aportes patronales, mientras que por parte del departamento no se ha recibido alguna ayuda económica.
Sobre el despido masivo de empleados, especialmente de quienes integraron las manifestaciones y participaron del cese de actividades, el doctor señaló que al cerrar mucho de los servicios, sobran empleados y no solamente son del área mencionada, hay especialistas con altos suelos de los que también ha tenido que prescindir.
Acotó que fueron despedidos sin liquidación y con la deuda del salario y que no obedece la terminación del contrato a una retaliación por protestar. Argumentó que es la temporal la que hace las cartas y que él no sabe quiénes han salido.
Sin aportes del departamento
Gutiérrez Montoya, sostuvo que lo único que necesita el hospital para levantarse y sostenerse es un tiempo, entre tres y cuatro años, de prestar servicios de segundo nivel y el apoyo por lo pronto para poder mantenerse.
Precisó que “lo que se ha presentado por parte de los entes gubernamentales a la comunidad, son situaciones como decir ‘se han gastado el 75% del presupuesto’, pero tenemos que ser correctos porque este recurso sí se ha agotado, pero en el desarrollo de una logística para poder prestar todos los servicios que caracterizan al segundo nivel”.
Agregó que en el tema del crédito ya se adelantó el proceso y están pensando si lo aceptan o no. Que al momento no cuenta con recursos aportados por el departamento. “De parte del gobierno departamental no nos ha llegado un dinero específico. La alcaldía, los recursos por aportes patronales por $408 millones, la administración municipal ya cumplió con su parte documental”, sostuvo.
Intervención de Supersalud
El gobernador del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, manifestó que “no hemos podido con el hospital, estamos buscando la intervención de la Superintendencia de Salud, porque son muchas las situaciones que está pasando allá. Estamos encima del tema, esperamos que no tengan que salir más personas”, indicó el mandatario departamental.
Agregó que desde La Misericordia no se ha recibido los documentos que debe gestionar el gerente para adelantar el préstamo que había sugerido la secretaria de Hacienda. Pero que a la fecha desconoce la situación real de la entidad. “Tengo mi conciencia tranquila, de haber agotado todos los recursos para ayudar al hospital”, acotó Jaramillo Cárdenas.
El alcalde de Calarcá, Luis Alberto Balsero Contreras, expresó que alrededor del tema tiene “una preocupación inmensa”, agudizada con el cierre del centro de salud de Balcones, “el único que está funcionado y ahora con la amenaza del hospital de llegar al primer nivel de complejidad, lo que convertiría al hospital de Calarcá, en un puesto de salud”.
Señaló que se encuentra convocando a la ciudadanía, a los entes del municipio, Concejo, Asamblea, para hacer un frente común que desarrolle estrategias para salvar al hospital. “Aquí hay que tomar decisiones importantes que fortalezcan al hospital, que uno de los mejores hospitales del departamento y en este momento está a punto de desaparecer”.
El mandatario indicó que se debe hacer un requerimiento a la secretaría de Salud Departamental para que presente las acciones para fortalecer al hospital, “no podemos permitir que la única solución que se encuentre sea cerrarlo o despedir funcionarios”.

