Aunque aún faltan casi dos años para las elecciones presidenciales en Colombia, la competencia por la Casa de Nariño ya está tomando forma. Diversos políticos y figuras públicas han comenzado a anunciar su interés en postularse, lo que promete una carrera electoral cargada de propuestas variadas y fuertes enfrentamientos ideológicos.
El panorama político se encuentra marcado por una amplia polarización, impulsada en parte por la administración actual de Gustavo Petro, que ha estado en el ojo del huracán por reformas polémicas y escándalos dentro del gobierno. Entre los temas candentes se encuentran la gestión de la pandemia, la crisis económica, y las acusaciones de corrupción que envuelven a varios funcionarios de alto rango. Este contexto ha generado especulaciones sobre el futuro liderazgo del país, y sobre si el próximo presidente o presidenta mantendrá un enfoque progresista, centrado en la derecha o adoptará un perfil moderado.
En cuanto a los posibles candidatos, la lista es diversa y está en constante expansión. Entre los nombres que han emergido con más fuerza se encuentran la periodista Vicky Dávila, quien se postuló como candidata presidencial tras su paso por la dirección de la revista Semana, y el exdirector del DANE, Juan Daniel Oviedo, quien ha anunciado que recorrerá el país para recolectar firmas en apoyo a su candidatura.
Sin embargo, no solo figuras nuevas se han lanzado al ruedo. Líderes políticos ya consolidados, como las senadoras María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín del Centro Democrático, así como el exvicepresidente Germán Vargas Lleras y el exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, también están en la contienda. Además, algunos miembros del gobierno de Petro, como Alfredo Saade y la exministra Carolina Corcho, están evaluando sus opciones para unirse a la carrera electoral.
A medida que la lista de candidatos se amplia, se abren interrogantes sobre el futuro de Colombia, el perfil que tendrá el próximo presidente y cómo se abordarán los grandes retos del país, como la seguridad, el empleo, la educación y la transición energética. Sin duda, el proceso electoral de 2026 se perfila como uno de los más disputados y polarizados de la historia reciente de Colombia.