Tras la confirmación del presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, sobre la importación de gas de Venezuela, se desató un debate acalorado en diferentes sectores.
El jefe de Estado respaldó esta medida a través de un mensaje en su cuenta de X, argumentando que debe considerarse como un “complemento” a la producción y demanda nacional. Sin embargo, estas declaraciones generaron críticas inmediatas en el Congreso, especialmente desde la oposición.
La senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, acusó al Gobierno de hipocresía ambientalista y de financiar a Maduro en detrimento de los colombianos. Por su parte, el senador Miguel Uribe Turbay expresó su preocupación por el riesgo que representa para la seguridad energética del país esta relación con Venezuela, considerando la situación política en ese país.
La senadora María Fernanda Cabal cuestionó la decisión de comprar gas más caro a Venezuela en lugar de promover la producción nacional, mientras que el exsenador Jorge Robledo la calificó como un mal negocio. Incluso exministros del gobierno de Iván Duque, como José Manuel Restrepo y Diego Mesa, manifestaron sus reservas.
Restrepo señaló los riesgos potenciales de sanciones de Estados Unidos a Venezuela y los costos de renovar los gasoductos, mientras que Mesa destacó el impacto negativo en las familias de bajos ingresos que consumen gas natural en Colombia.