Los ciberdelitos abundan en las redes y no solo hacen vulnerables a los niños, sino también a los adultos tanto con información que se publica como en las fotografías, a través de las cuales se pueden dar casos de extorsiones.
Sobre estas situaciones, el subintendente Harold Gomajoa Velásquez, jefe de delitos informáticos en el Quindío expuso que no solo pornografía infantil por medio de las redes, sino la ciberextorsión donde entran los adultos.
La modalidad, de acuerdo con el subintendente se da cuando una persona modifica las fotografías que se comparten en las redes por ejemplo en vestido de baño, cambiadas o modificadas sea el cuerpo o la cara y que aparezca desnudo para empezar a extorsionar “¿cuánto va a dar para evitar que esa imagen rote por las redes?”, expuso Gomajoa.
Agregó que en el Quindío sí han impactado, pero reconocer el origen de los delitos es difícil.
“Hemos identificado casos de víctimas, pero en la web no hay fronteras, el delincuente puede estar en otro continente e impactar en el Quindío”, acotó el subintendente.
Recomendó ser más prudentes no solo con las imágenes sino con la información que se suministra en las redes y en el caso de los niños, el control parental a través del cual se puede controlar las páginas que se pueden visitar.