El presidente Gustavo Petro acusa a la industria farmacéutica y a sectores políticos de un “plan pérfido y asesino” para manipular la opinión pública sobre la crisis del sistema de salud colombiano, alegando que el hallazgo de grandes cantidades de medicamentos almacenados en bodegas de Audifarma, incluyendo 113.000 unidades de insulina, demuestra una estrategia deliberada de acaparamiento, no una escasez real. Esta afirmación, hecha a través de su cuenta en X, coincide con una inspección de la Superintendencia de Salud que reveló incongruencias en el suministro de medicamentos esenciales.
El superintendente, Giovanny Rubiano, calificó la situación como “preocupante” y ordenó a Audifarma la distribución inmediata de los medicamentos. Audifarma, por su parte, atribuye las interrupciones en el suministro a su modelo de distribución centralizada, a problemas de recepción y despacho, y a una deuda de 4 billones de pesos con los gestores farmacéuticos.
Mientras organizaciones civiles respaldan a Petro, la oposición considera las acusaciones como una estrategia política para presionar la aprobación de la reforma a la salud, generando un intenso debate nacional sobre el modelo de salud colombiano y las prácticas del sector farmacéutico.
La discrepancia entre la existencia de grandes inventarios y la escasez reportada por los pacientes ha exacerbado la controversia.

