En Calima Centro Comercial se presentó un altercado por biológicos en proceso de vacunación contra Covid-19.
Así lo expuso la gerente del establecimiento, Luisa Fernanda Muñoz, quien explicó que cambiaron el punto por este aspecto y por cuestiones de comodidad.
“El tema cultural nos afecta, pero se trata de organización, que las personas sepan que cuando realizan una fila los van a vacunas”, indicó la gerente.
Agregó que para mitigar algún inconveniente han implementado fichas.
Invitó a la paciencia y a la tolerancia.
Sobre el caso puntual que se expone, aclaró que no se trató de una agresión, sino de disturbios.
“Estábamos notando en las filas, peleas, personas que querían que lo atendieran de una vez, otros que no respetaban filas. Por lo que el personal de vacunación se sintió amenazado alguna vez, pero por fortuna el equipo de seguridad estuvo muy atento”, argumentó Muñoz.
Aumento de vacunados
A propósito del tema de inmunización, la gerente dio un parte muy positivo del balance de las jornadas, en donde por cada día se están aplicando alrededor de 250 dosis, entre primeras, segundas y terceras.
Destacó que luego de la exigencia del carnet ha aumentado el número de personas interesadas en recibir la inoculación.
Recordó que los procesos se están adelantando de lunes a viernes de 8:00 a. m. a 1:30 p. m. en el sótano del centro comercial.
Adriana García Gutiérrez, referente de vacunación del departamento, expuso la situación y entregó un balance general del comportamiento en el tema de inmunización.
Informó que los procesos han mejorado y coincidió con que la exigencia del carnet ha incentivado a que más personas acudan a los puntos.
También hizo un llamado a la cultura ciudadana, a tener paciencia y hacer las filas con distanciamiento y medidas de bioseguridad.
“No tenemos que amenazar a nuestros vacunadores si el biológico se acaba. El proceso requiere que se haga cambio en cadena de frío por lo que se entrega un número limitado del biológico de acuerdo al número de vacunas que se puedan almacenar”, explicó la funcionaria.
Agregó que no se puede recibir más presión de la que ya existe, con amenazas que los ponga en peligro.
En el caso particular del Calima, mencionó que una vez se acabó el biológico los interesados en recibir la vacuna amenazaron con dañar sillas y romper vitrinas.
