La Unión Sindical Obrera (USO), el sindicato principal de Ecopetrol, ha denunciado una importante reducción en la inversión de la compañía para el año 2024. A pesar de los intentos del presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, por controlar la situación, las cifras no concuerdan y parece poco probable que la compañía pueda aumentar su producción a corto o mediano plazo.
Es evidente que Ecopetrol no podrá aprovechar los altos precios del petróleo debido a los conflictos en Rusia, Ucrania y Oriente Medio, que podrían haber impulsado las exportaciones.
Durante una conferencia de prensa en la VI Cumbre de Petróleo, Gas y Energía en Cartagena, César Eduardo Loza, presidente de la USO, afirmó que la información que tienen indica una reducción del 45% en el segmento de exploración y producción, lo cual tendrá un impacto en la producción. Además, advirtió que esta falta de inversión y reducción de equipos tendrán consecuencias a mediano plazo, ya que lo que se haga en la industria hoy se reflejará en dos o tres años. Según Loza, en el año 2026 no se cumplirá con la meta establecida de 825,000 barriles, sino que se estará en 472,000 barriles.
Estas declaraciones contradicen las palabras de Roa, quien negó las acusaciones del sindicato. Roa mencionó que el sindicato tuvo acceso a información que aún no ha sido considerada por la Junta Directiva. Según esta información, hay dos escenarios para el próximo año: en el primero, la inversión se reduciría de 4,100 millones de dólares a US$3,500 millones, lo que resultaría en un promedio de 720,000 barriles diarios de petróleo. En el escenario más optimista, la inversión sería de US$4,200 millones para alcanzar los 731,000 barriles diarios, que es la misma cantidad que se está produciendo actualmente.
Roa afirmó que en el próximo año se espera incrementar la inversión en proyectos off shore, lo cual representará un aumento de recursos de 350 a 387 millones de dólares. Sin embargo, Loza señaló que esta información no contempla la disminución en la inversión en exploración y producción, que es solo uno de los tres segmentos del negocio de la empresa.
Para ilustrar su punto, Loza mencionó que en la vicepresidencia regional central se reducirá la inversión de 170 a 70 millones de dólares, lo que implica una disminución del 60%. Esto significa que no se contará con ningún equipo de perforación el próximo año. Esta reducción en la inversión no solo se ha dado en Ecopetrol, sino también en otras compañías del sector.
Según el informe más reciente de Campetrol, en el último año se han reducido en Colombia 39 equipos dedicados a la extracción de petróleo, incluyendo 23 equipos de perforación y 16 equipos de reacondicionamiento de subsuelo. Estos equipos son fundamentales para mantener la producción y esta disminución representa una reducción del 25% en los taladros activos en el país.
El sindicato USO advierte que esta reducción en la inversión llevará a la suspensión definitiva de proyectos de recobro mejorado en varias regiones del país, como Magdalena Medio, Puerto Boyacá, Putumayo, Huila, Tibú, Rubiales y Caño Sur. Además, en el piedemonte casanareño se ha dejado de perforar tres pozos debido a la baja productividad.
Ecopetrol está planeando no aumentar la producción. Sin embargo, el presidente de la compañía, Felipe Roa, ha negado que tengan la intención de limitar o terminar con el negocio tradicional de los hidrocarburos. Según él, la protección de este negocio es crucial para la transformación energética que necesita el país, y seguirán siendo responsables y sólidos en su enfoque. Aunque también ha dejado claro que no tienen en sus metas la terminación del negocio tradicional.
Cuando se le preguntó sobre el respaldo del sindicato al Gobierno Petro, a pesar de su postura en contra de otorgar nuevos contratos de exploración de hidrocarburos, Roa mencionó que con los contratos actuales pueden llegar a producir incluso un millón de barriles. Reconoce que esto implica invertir en tecnología, adquirir nuevos equipos y reactivar proyectos. Está de acuerdo en que es necesario llegar a esa cifra para obtener los recursos necesarios para la transición energética, que es una prioridad compartida con el Gobierno. Sin embargo, enfatiza que este proceso debe ser gradual y no se puede dejar de explorar y buscar petróleo. Es necesario seguir perforando, aunque se mantengan los mismos contratos.