La decisión de Donald Trump de imponer aranceles del 10% a las exportaciones de varios países, incluyendo Colombia, ha generado reacciones encontradas. Mientras Trump la justificó como una medida para revitalizar la economía estadounidense y generar empleos, el presidente colombiano Gustavo Petro la calificó como un error del neoliberalismo, argumentando que aumentar aranceles no necesariamente impulsa el crecimiento económico.
Petro contrasta la decisión de Trump con la estrategia arancelaria de Colombia, la cual busca un equilibrio entre proteccionismo y libre comercio, ajustando los aranceles según el impacto en el empleo nacional y promoviendo una industrialización descarbonizada.
Si bien la medida de Trump podría encarecer los productos colombianos en Estados Unidos (como café, flores y petróleo), la presidenta de AmCham Colombia considera que la situación no es catastrófica debido a la afectación generalizada a otros países.
El presidente de Andi, aunque reconoce la preocupación de los exportadores colombianos, destaca que el arancel impuesto a Colombia es menor que el aplicado a otros, como la Unión Europea (20%), y que esto podría mantener cierta competitividad. Sin embargo, se anticipa una disminución en el consumo de productos colombianos en Estados Unidos, un aumento de la inflación en ese país y posibles consecuencias negativas en la política monetaria global.
