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¿Qué dicen los analistas sobre el último año del gobierno de Petro?

A medida que se acerca el último año del mandato de Gustavo Petro, los expertos en política no proyectan grandes avances legislativos ni ejecutivos. Aunque las opiniones sobre su gestión están divididas, algunos consideran que el cambio prometido nunca se materializó y que el Ejecutivo ha acumulado tropiezos; otros, en cambio, creen que no se ha producido el colapso institucional que algunos anticipaban y reconocen ciertos logros del gobierno.

El presidente enfrenta su tercer año con una relación tensa con el Congreso y una caída en su popularidad, incluso entre antiguos aliados. Petro atribuye los obstáculos a sectores de poder que, según él, impiden gobernar, pero insiste en que su administración ha trabajado por los sectores populares y que la ciudadanía sabrá reconocerlo en las urnas. En sus palabras, la igualdad comenzó a construirse y será el pueblo quien decida si quiere gobiernos que lo representen.

Las cifras no lo favorecen. Según una encuesta de Invamer realizada en abril, su aprobación se ubicaba en 37 %, mientras que la desaprobación alcanzaba el 57 %. Aunque inició su mandato con respaldo legislativo para aprobar la reforma tributaria, pronto surgieron fricciones por las reformas a la salud, educación, pensiones y trabajo, lo que debilitó su relación con el Congreso.

La ruptura se formalizó en abril de 2023, cuando Petro anunció el fin de la coalición mayoritaria. Desde entonces, ha mantenido una postura confrontativa con el Legislativo, al que ha acusado de alejarse del pueblo. En actos públicos, ha reiterado que el Congreso debe dialogar con la ciudadanía y no temerle al debate.

Colombia se prepara para unas elecciones sin un favorito claro, con una oferta diversa de candidatos que incluye figuras emergentes como Abelardo De la Espriella y Vicky Dávila, además de los partidos tradicionales y nuevas fuerzas políticas. La polarización, el desgaste institucional y la baja favorabilidad del Gobierno configuran un escenario complejo.

En las elecciones locales de 2023, el oficialismo sufrió derrotas significativas: perdió Bogotá, Cali y no logró consolidarse en Medellín. Aunque los gobiernos regionales no responden a una sola corriente política, la mayoría se ha distanciado del petrismo.

Entre los avances del Ejecutivo se mencionan la reforma tributaria, la reforma laboral y la ley pensional aún en discusión, además de indicadores positivos en pobreza, inflación y desempleo. Sin embargo, el déficit fiscal ha aumentado. Por otro lado, los temores de sus opositores no se han concretado: no hay reelección, la propiedad privada sigue intacta y los poderes públicos mantienen su autonomía, lo que ha llevado a la caída de decretos y nombramientos.

Petro atribuye estos fracasos a bloqueos legislativos y al uso político del derecho, mientras que analistas sostienen que se trata de los contrapesos institucionales propios de la democracia colombiana.

Carlos Arias, politólogo, señaló que el último año de cualquier gobierno suele ser poco productivo en el Congreso, ya que muchos legisladores se enfocan en sus campañas o en definir sucesores. Aunque destacó la estrategia del gobierno en la conformación de mesas directivas, advirtió que las reformas estructurales tienen pocas posibilidades de avanzar, como la propuesta del ministro de Justicia sobre la paz total, que podría quedar archivada.

Respecto a la reforma a la salud, Arias considera que está prácticamente descartada, debido a la oposición consolidada y a que muchos senadores buscarán reelegirse defendiendo sus posturas actuales, especialmente ante la baja favorabilidad presidencial.

Óscar Mejía, exdecano de derecho de la Universidad Nacional, subrayó que los recientes cambios en el gabinete buscan mejorar la ejecución de políticas públicas, una de las principales debilidades del gobierno. También mencionó la necesidad de fortalecer las listas del Pacto Histórico con perfiles diversos y representativos, ya que una mayor presencia en el Congreso podría compensar una eventual derrota presidencial.

Sobre el candidato del petrismo, Mejía cree que Petro optará por una figura de centro izquierda capaz de articular alianzas interpartidistas. Además, considera que el presidente buscará consolidar una narrativa social que conecte con las clases populares, como contrapeso al discurso elitista que ha predominado en la política nacional. Para él, si el gobierno logra posicionar ese relato simbólico, podría dejar una huella política significativa.