Con motivo del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, la Secretaría de Salud del Quindío impulsó ayer una jornada de sensibilización centrada en el poder transformador del diálogo y la escucha empática como pilares fundamentales para salvar vidas. Bajo el lema “No estás solo, podemos hablar”, la actividad buscó construir un espacio seguro donde las emociones pudieran expresarse sin miedo, invitando a la comunidad a rechazar el aislamiento y abrazar la vida con compasión.
El momento simbólico central fue la plantación de un árbol —denominado “Árbol de la Esperanza”—, en el que funcionarios y visitantes del Centro Administrativo Departamental depositaron mensajes escritos a mano, llenos de aliento, afecto y solidaridad. Esta acción no solo representó un gesto visual de apoyo, sino también una metáfora viva del crecimiento emocional: cada nota era un recordatorio de que nadie debe enfrentar sus tormentas en silencio. La iniciativa logró visibilizar la salud mental como una responsabilidad compartida, fortaleciendo redes comunitarias de cuidado y demostrando que la empatía, cuando se actúa, se convierte en salvavidas.
Según indicó Jeimy Juliet Bocachica Martínez, referente del Programa de Salud Mental de la Secretaría Departamental, la jornada logró un impacto significativo al incentivar conexiones auténticas entre las personas y reafirmar que prevenir el suicidio no es tarea exclusiva de los profesionales, sino un compromiso colectivo. Destacó que los mensajes intercambiados evidenciaron cómo romper el silencio, validar el dolor y ofrecer presencia real son elementos clave para reconstruir esperanza, y que el diálogo acompañado de una escucha genuina se consolidó como el corazón de toda estrategia preventiva.
Es de mencionar que en lo corrido de 2025 se han registrado 31 de casos de suicidio y 256 intentos de suicidio en el departamento del Quindío.
