El departamento del Quindío enfrenta una situación crítica en la atención hospitalaria, lo que llevó a la Secretaría de Salud a declarar la alerta roja hasta el próximo 8 de septiembre. La medida responde a las dificultades financieras y operativas que atraviesan clínicas e instituciones prestadoras de servicios de salud, afectando directamente a cerca de 297.000 usuarios afiliados a Nueva EPS y Asmet Salud.
Carlos Alberto Gómez Chacón, secretario de Salud departamental, explicó que la crisis se refleja en la falta de equipos, insumos, medicamentos y pagos a especialistas. “San Juan de Dios está sin tomógrafo, la Clínica San Rafael no cuenta con recursos para cancelar honorarios a sus especialistas y la Sagrada Familia presenta déficit en insumos biomédicos y medicamentos”, advirtió.
Ante esta coyuntura, se diseñaron rutas específicas de atención para garantizar la vida de los pacientes en casos como accidentes cerebrovasculares, eventos cardiovasculares y traumas graves. Estas rutas implican que distintos procedimientos se realicen en varias instituciones, de acuerdo con la capacidad instalada de cada una. El Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE) será el encargado de priorizar el uso de quirófanos, equipos diagnósticos y demás servicios críticos.
El secretario informó además que se adelantan gestiones financieras con la Nueva EPS y el Gobierno Nacional para obtener recursos que permitan mitigar la crisis. “Se hablan de montos cercanos a los 4.000 millones de pesos para San Juan de Dios, 15.000 millones para la Clínica Sagrada Familia y otros 15.000 millones para San Rafael, cifras que aún resultan insuficientes”, precisó.
Amanda Tangarife, secretaria privada y gobernadora encargada del Quindío, respaldó las gestiones y señaló que la problemática no es exclusiva del departamento. “Esto no es un asunto local, es una situación nacional. La reducción de giros por parte de la Nueva EPS está afectando gravemente a nuestras instituciones hospitalarias. Desde la gobernación acompañamos las mesas de trabajo y el diálogo con el Ministerio de Salud para evitar que los quindianos se queden sin atención en un derecho tan fundamental como la salud”, afirmó.
La declaratoria de alerta roja implica que los hospitales del Quindío prioricen únicamente casos de urgencia vital y que se implementen planes de choque mientras se gestionan soluciones definitivas. La Secretaría de Salud no descarta la interposición de acciones jurídicas o constitucionales para enfrentar la reiteración de estas dificultades, que se repiten mes a mes y que ya impactan también a los departamentos vecinos de Caldas y Risaralda.

