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Según encuesta Invamer, desaprobación de Petro alcanza el 60% mientras que la aprobación se ubica en el 34%

La gestión del presidente Gustavo Petro enfrenta una desaprobación del 60%, mientras que su aprobación se sitúa en el 34%, según la más reciente encuesta de Invamer Poll. Este aumento en la desaprobación de dos puntos respecto a mediciones anteriores es notable.

A nivel regional, hay una disparidad marcada entre las ciudades principales: Medellín, Bucaramanga y Bogotá muestran altos índices de rechazo, mientras que Cali y Barranquilla reflejan un apoyo relativo, aunque con una brecha considerable entre aprobación y desaprobación.

La encuesta de Invamer Poll revela una tendencia preocupante para el presidente Petro. La desaprobación ha alcanzado el 60%, lo que representa un incremento significativo. Este dato es relevante en el contexto actual del país, marcado por la coyuntura política y social.

En distintas ciudades como Medellín y Bucaramanga, la desaprobación es del 74%, contrastando con niveles muy bajos de aprobación. Por otro lado, Cali y Barranquilla tienen una perspectiva menos adversa, aunque aún hay una división de opiniones considerable.

Estos resultados se contextualizan en un entorno político complejo, especialmente con debates como el de las reformas propuestas por el gobierno de Gustavo Petro.

La encuesta muestra que el 34% está de acuerdo con las reformas, mientras que el 58% se muestra en desacuerdo, evidenciando una profunda división en la percepción de las políticas gubernamentales. La encuesta también trató otros temas sensibles, como el costo de vida, la economía y la salud, donde la mayoría expresó una percepción negativa. Hay preocupaciones sobre el empeoramiento de la calidad de vida y el panorama económico.

En términos demográficos, la desaprobación hacia el presidente Petro es más pronunciada en grupos de mayor edad y estratos económicos más altos. Por ejemplo, en el grupo de mayores de 55 años, la desaprobación alcanza el 66%, mientras que en el estrato 4-5-6 llega al 70%. Estas cifras reflejan una tendencia donde sectores específicos de la población muestran una mayor insatisfacción con la gestión gubernamental.