Ganar músculo puede convertirse en un proceso desafiante si no se administra adecuadamente. Requiere meses de dedicación a la alimentación, priorizando especialmente la ingesta de proteínas, y largas horas en el gimnasio para observar progresos significativos. Sin embargo, ¿qué pasaría si les mencionara que la investigación ha revelado alternativas más allá del levantamiento de pesas? La clave radica en el estiramiento, esa fase final del entrenamiento que solemos ignorar o pasar por alto.
Un reciente estudio, publicado en el European Journal of Applied Physiology, exploró cómo una rutina de estiramientos comparada con una de entrenamiento de fuerza podría influir en el aumento de masa muscular. Sorprendentemente, ambos grupos experimentaron incrementos similares en el grosor muscular. Esto no implica abandonar el levantamiento de pesas repentinamente y optar exclusivamente por el estiramiento para lograr una musculatura robusta. Más bien sugiere que no deberíamos obsesionarnos tanto con el levantamiento de pesas y considerar la inclusión de otros enfoques de fitness en nuestras rutinas semanales.
El estudio, realizado con 81 participantes con experiencia en entrenamiento, dividió a los sujetos en tres grupos: estiramientos estáticos, entrenamiento de resistencia y un grupo de control sin protocolo establecido.
El grupo de estiramientos realizó 15 minutos de estiramientos de pecho cuatro días a la semana durante 8 semanas, utilizando máquinas específicas para mantener la intensidad del estiramiento. Mientras tanto, el grupo de entrenamiento de fuerza siguió un programa convencional para ejercitar el pecho durante tres sesiones semanales durante el mismo período. Se evaluaron la fuerza isométrica máxima, el grosor muscular y el rango de movimiento de los hombros.
Los resultados revelaron mejoras significativas en la fuerza, el grosor muscular y la flexibilidad en ambos grupos, con diferencias mínimas entre ellos. Además, el grupo de estiramientos mostró un aumento notable en la flexibilidad, lo cual era esperado. Sin embargo, es importante destacar que los beneficios musculares no surgieron simplemente por estirar, sino por la intensidad con la que se realizó cada sesión.
Este estudio recalca la importancia de los estiramientos, no solo como medida preventiva de lesiones o para mejorar la condición muscular y la movilidad, sino también como una herramienta efectiva para ganar fuerza. No es necesario dedicar excesivo tiempo a estirar, sino más bien reconocer su valor y agregarlo a nuestras rutinas para mejorar tanto la fuerza como la amplitud de movimiento. Entonces, ¿seguirás dejando de lado el estiramiento al salir del gimnasio?