De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida y en 2016, habrían alrededor de 2.300 millones de personas con consumo actual. Este consumo está relacionado con una importante carga de enfermedad.
Para 2016, el consumo nocivo causó la muerte alrededor 3 millones de personas, siendo esta mortalidad mayor que la causada por otras enfermedades como la tuberculosis, la infección por el VIH/sida, la diabetes y otras enfermedades no transmisibles.
De otro lado, se asocia en el mundo con el 28,7% de los traumatismos, el 21,3% a enfermedades digestivas, el 19% a enfermedades cardiovasculares, el 12,9% a enfermedades infecciosas y el 12,6% a cánceres. Aproximadamente el 49% de los años de vida saludables perdidos atribuibles al alcohol se deben a enfermedades no transmisibles y trastornos de salud mental.