El modelo de atención médica hospitalaria en el hogar está ganando terreno y demostrando ser tan efectivo como la hospitalización tradicional, según revela un reciente estudio publicado en Annals of Internal Medicine. La investigación, liderada por el Dr. David Michael Levine, director clínico de investigación y desarrollo del programa Healthcare at Home del Mass General Brigham, sugiere que los pacientes que reciben atención en casa tienen tasas de mortalidad bajas y son menos propensos a enfrentar complicaciones que requieran un regreso rápido a la sala de emergencias.
El método de atención hospitalaria en el hogar ha experimentado un auge, especialmente desde que los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid introdujeron la iniciativa de exención de atención hospitalaria aguda en el hogar en 2020 como respuesta a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, esta exención está programada para finalizar en diciembre, a menos que el Congreso tome medidas al respecto, advierten los investigadores.
El estudio analizó reclamaciones de Medicare de casi 5,900 pacientes en todo Estados Unidos que recibieron atención domiciliaria bajo el programa de exención entre julio de 2022 y junio de 2023. A pesar de que estos pacientes presentaban condiciones médicamente complejas, como insuficiencia cardíaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cáncer y demencia, los resultados fueron alentadores.
La tasa de mortalidad entre los pacientes tratados en casa fue del 0.5%, y solo alrededor del 6% requirió regresar al hospital para recibir atención. Incluso después de la atención domiciliaria, los pacientes continuaron mostrando buenos resultados, con solo un 3% necesitando ser ingresados en un centro de enfermería, un 3% falleciendo y un 16% requiriendo reingreso hospitalario en los 30 días posteriores al alta.
Este enfoque de atención hospitalaria en el hogar se beneficia de los avances tecnológicos, permitiendo la realización de procedimientos como imágenes de rayos X y escáneres cardíacos sofisticados en el hogar, administración de medicamentos intravenosos, toma de muestras para pruebas de laboratorio, y la entrega de comidas y medicamentos en la cama del paciente.
El Dr. Levine destaca que la atención hospitalaria en el hogar no muestra diferencias significativas en los resultados según la raza, el origen étnico o la discapacidad de los pacientes, lo que sugiere que este modelo puede llegar a una amplia variedad de pacientes y familias. La posibilidad de ofrecer atención médica de calidad en el hogar podría representar un cambio de paradigma en la prestación de servicios de salud en Estados Unidos.