El estudio de Mayo Clinic revela que las “estaciones de trabajo activas”, que incluyen plataformas para caminar, bicicletas, escaladoras o escritorios de pie, pueden mejorar la cognición mental sin afectar el rendimiento laboral, contrarrestando así los riesgos del sedentarismo prolongado.
Publicados en la Revista de la Asociación Americana del Corazón, los hallazgos sugieren que estas estaciones pueden ser una forma efectiva de ejercitar el cuerpo mientras se trabaja.
El ensayo clínico aleatorizado involucró a 44 participantes evaluados en cuatro entornos de oficina diferentes durante cuatro días en Mayo Clinic. Después de un día sentados, se alternaron tres días utilizando estaciones de trabajo activas en un orden aleatorio.
Los resultados mostraron mejoras en la función cognitiva y la motricidad fina, con una ligera disminución en la velocidad de escritura pero sin afectar la precisión.
Según Francisco Lopez-Jimenez, cardiólogo preventivo de Mayo Clinic, este hallazgo sugiere que integrar el movimiento en el entorno laboral puede mejorar la salud y la productividad. Propone considerar estas estaciones como parte de la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
Por otro lado, el sedentarismo prolongado puede tener efectos adversos en la salud física y mental. Se sabe que una vida sedentaria contribuye al debilitamiento muscular, aumenta el riesgo de lesiones y disminuye la función física. Además, está asociado con un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, debido al desequilibrio en los niveles de azúcar en sangre y al aumento de peso.
A nivel mental, la falta de ejercicio regular puede desencadenar estrés, ansiedad y depresión, ya que el ejercicio físico ayuda a liberar endorfinas, neurotransmisores vinculados al bienestar emocional.
Por último, el sedentarismo prolongado puede afectar la calidad de vida social al dificultar la participación en actividades que requieren energía física.