Un estudio reciente ha revelado que incluso un pequeño ejercicio diario puede reducir el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV). Los niveles de actividad física, incluso por debajo de las pautas recomendadas, han demostrado ser beneficiosos para prevenir el ACV, según los investigadores.
El equipo dirigido por Raffaele Ornello de la Universidad de L’Aquila en Italia analizó datos de más de 752,000 adultos durante más de una década. Descubrieron que cualquier nivel de actividad física en el tiempo libre puede reducir el riesgo de ACV, con una reducción del 18% incluso para aquellos que hacían ejercicio por debajo del objetivo recomendado.
La investigación también mostró que la actividad física moderada, como caminar rápido o bailar, redujo el riesgo de ACV en un 27-29% en comparación con la inactividad total, independientemente del sexo o la edad. Estos hallazgos refuerzan las recomendaciones internacionales de realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana.
Además, el estudio enfatiza que cualquier forma de ejercicio es mejor que no hacer nada, respaldando la noción de que “algo de ejercicio es mejor que nada”, como sostiene la Organización Mundial de la Salud.