Un estudio internacional advierte que las muertes relacionadas con el ozono podrían aumentar significativamente en las próximas dos décadas si no se toman medidas urgentes. El ozono a nivel del suelo, un componente del smog, es un gas altamente reactivo que dificulta la respiración y se ha relacionado con problemas respiratorios, enfermedades cardiovasculares y muerte prematura.
Un nuevo estudio publicado en la revista One Earth por científicos de la Escuela de Salud Pública de Yale y colaboradores de 20 países, encontró que las muertes relacionadas con el ozono podrían aumentar entre 45 y 6.200 personas al año en 406 ciudades de todo el mundo entre 2010-2014 y 2050-2054.
El estudio es el más grande y completo realizado hasta la fecha sobre este tema. Los investigadores utilizaron datos de mortalidad diaria y exposición al ozono a nivel del suelo de ciudades de América del Norte, Europa, Asia, Australia y África.
Los resultados del estudio son alarmantes: En el escenario con controles climáticos y de calidad del aire débiles, las muertes relacionadas con el ozono podrían aumentar hasta en un 94%. Incluso en un escenario con políticas climáticas fuertes, pero regulaciones de calidad del aire débiles, las muertes relacionadas con el ozono podrían aumentar hasta en un 56%. Solo en el escenario que adopte controles climáticos y de calidad del aire estrictos, consistentes con el Acuerdo Climático de París, se vería una reducción en la fracción de mortalidad relacionada con el ozono.
Los científicos advierten que se necesitan medidas urgentes para reducir la exposición humana al ozono a nivel del suelo. Esto incluye: implementar regulaciones más estrictas sobre las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes del aire, promover el uso de fuentes de energía limpia y transporte sostenible e invertir en investigación y desarrollo de tecnologías para reducir la contaminación del aire.
