El camino del diálogo para el incremento del salario mínimo de 2026 llegó a su fin sin un punto de encuentro. Este 15 de diciembre, tras intensas jornadas de negociación, empresarios y trabajadores no lograron un consenso, lo que traslada la responsabilidad final al Gobierno Nacional, que deberá fijar el aumento mediante decreto.
La ruptura se produjo luego de que los gremios de la producción decidieran mantener su propuesta inicial de un 7,21%. Por su parte, las centrales obreras se negaron a bajar su pretensión del 16%, argumentando que no hubo voluntad por parte del sector privado para presentar una contrapropuesta de dos dígitos, tal como se había solicitado la semana anterior.
Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), lamentó la falta de resultados: “No iba a haber acuerdo y evidentemente no hubo acuerdo. La disposición de los empresarios es siempre pegarse de algunos factores muy técnicos; esta vez no reivindicaron la política”, afirmó el líder sindical.
Desde la otra orilla, el sector empresarial defendió su posición basándose en la cautela macroeconómica. Advirtieron que, ante los indicadores actuales de inflación, productividad y desempleo, sería “irresponsable” acceder a un aumento de doble dígito, ya que esto podría comprometer la estabilidad financiera del país.
A pesar del levantamiento de la mesa, el Ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, anunció que buscará un último acercamiento. Para ello, ambas partes disponen de un término de 48 horas para presentar formalmente sus “salvedades”, exponiendo los argumentos técnicos y políticos por los cuales no fue posible el acuerdo.
Sin embargo, ante la firmeza de ambos sectores de no modificar sus cifras, el país queda a la espera del anuncio oficial del Ejecutivo, que determinará cuánto devengarán los colombianos a partir del próximo 1 de enero.

