La Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP) reveló datos sobre las inversiones efectuadas por las empresas en el sector de combustibles líquidos y su repercusión en el incremento del precio de la gasolina durante 2023.
El informe presentado incluyó proyecciones para el período 2024-2033, detallando que el Gobierno aumentó el precio de la gasolina en un 48% el año pasado, alcanzando los $4.700 por galón. A pesar de un crecimiento moderado del 0,3% en la producción, llegando a 345 mil barriles por día (KBD), se registró una disminución del 2,5% en el consumo de gasolina. Sin embargo, tanto el diésel como el jet experimentaron aumentos. El diésel vio un leve aumento del 1%, alcanzando los $7.200 por galón, mientras que el jet registró un incremento del 2%, atribuido a la reactivación del sector del transporte aéreo, con perspectivas de continuo crecimiento en los próximos años.
La ACP enfatizó que estos aumentos no se traducen en mayores ingresos para los transportistas mayoristas o minoristas, sino que benefician principalmente a los productores. Se destacó la importancia crítica de la disponibilidad de gasolina como servicio público esencial, señalando que su escasez afecta gravemente la movilidad y el acceso a alimentos y servicios de salud. El sector de combustibles representa el 42% del consumo final de energía en Colombia y el 97% de la energía utilizada en el transporte.
La ACP tiene como objetivo aumentar la confiabilidad en el suministro de combustibles líquidos para garantizar la seguridad energética, proyectando que el Gobierno recibirá $9 billones en impuestos para contribuir al desarrollo de infraestructuras regionales. El año pasado se generaron $8,5 billones en aportes fiscales, de los cuales el Gobierno recibió $4,7 billones y $3,8 billones se destinaron a departamentos y municipios. Se espera una inversión de $3,3 billones este año para mantener este servicio esencial y se proyecta un crecimiento anual de la demanda de combustibles líquidos del 1,8% en los próximos años, con aumentos esperados del 1,5% en gasolina, 1,7% en diésel y 3% en jet.
Las empresas invirtieron $2,9 billones el año pasado en la cadena de suministro de combustibles líquidos para garantizar un servicio sostenible y eficiente en todo el país. El presidente de la ACP, Frank Pearl, enfatizó que los combustibles seguirán siendo esenciales para la seguridad energética y se considera fomentar la mezcla de biocombustibles como el etanol para avanzar en la transición energética.
