En una jornada marcada por la tensión política y el cruce de acusaciones, la Comisión Séptima del Senado hundió definitivamente la reforma a la salud, el proyecto más ambicioso del gobierno de Gustavo Petro. Con una votación de 8 votos a favor del archivo y 5 en contra, la iniciativa que pretendía transformar el modelo sanitario colombiano tras tres décadas de vigencia llega a su fin, consolidando una de las derrotas legislativas más severas para el Ejecutivo en lo que va de su mandato.
La decisión fue impulsada por una coalición de senadores de partidos de oposición e independientes. Entre los firmantes del archivo destacan figuras del Centro Democrático (Honorio Henríquez y Alirio Barrera), el Partido Liberal (Miguel Ángel Pinto) y La U (Norma Hurtado), junto a representantes del Partido Conservador, Mira, Colombia Justa Libres y la ASI.
A pesar de los esfuerzos del Pacto Histórico y sus aliados (Alianza Verde y Comunes), quienes defendieron la transición hacia un sistema de aseguramiento mayoritariamente público, el Gobierno no logró romper el bloque que se opuso a la eliminación del modelo mixto que opera en el país desde 1993.
El hundimiento ocurre en un contexto crítico, el sistema de salud enfrenta una profunda crisis financiera que ya impacta la atención de millones de pacientes. Ante el inminente resultado, el Ministro del Interior, Armando Benedetti, reaccionó con vehemencia a través de sus redes sociales, calificando la maniobra legislativa como una estrategia dilatoria. “Esperaron hasta el último día para hundir la Reforma y así no poder revivirla… Han jugado con la salud de los colombianos de una forma cochina y barata”, sentenció el jefe de la cartera política.
Esta derrota no es un hecho aislado. La caída de la reforma sanitaria se suma al reciente archivo de la reforma tributaria en las comisiones económicas hace apenas una semana. El escenario deja en evidencia la pérdida de gobernabilidad del presidente Petro en el Congreso, donde sus proyectos estructurales, incluyendo la reforma laboral, han encontrado barreras infranqueables en la actual legislatura.
Con este resultado, el futuro del sistema de salud queda en la incertidumbre, mientras el Gobierno evalúa si intentará presentar un nuevo texto en la próxima legislatura o si buscará implementar cambios por vía administrativa y decretos.

